María Mercedes Benavides, a pesar de sus 80 años, es una experta en el manejo de la aguja capotera, con la que teje bordados en canvas y los convierte en forros con distintos diseños para Biblia, misales o para diferentes libros o documentos para darles una presentación fuera de lo común.
María Mercedes es una maestra jubilada, originaria de Santa Rosa de Lima, en La Unión, quien por casi 30 años ejerció la docencia en educación básica, particularmente en parvularia.
Sin embargo, esta profesora se jubiló hace aproximadamente 27 años y asegura que ese cambio de vida no la ha deprimido, como suele suceder con otros profesionales de esa área.
«Haciendo esta actividad siento que siempre se me desarrolla la memoria y mantengo el cuerpo en constante actividad, gracias a Dios tengo 80 años, y todavía estoy lúcida, se puede decir. Quizás esto ya es nato porque nunca he dejado de trabajar», cuenta.
Agrega que su vejez no le impide desarrollar los quehaceres del hogar, y los tiempos libres los utiliza para sus tejidos. También tiene tiempo para viajar en excursiones, asistir a la iglesia, incluso hasta para ver partidos de fútbol, pues se considera una fiel aficionada de Municipal Limeño.
Además de los forros en canvas de rafia, elabora cartera con estos mismos materiales, pero estas únicamente las teje por encargos. Asimismo, ya se está preparando para la Semana Santa con la fabricación de los famosos huevos chimbos, que entretienen a los más pequeños durante esa época.
«A mí toda la vida me gustaron las manualidades porque siempre trabajé con parvularia y como hoy no estoy haciendo nada, me pongo a hacer estas cosas y me ha gustado», dice María Mercedes.
Tanto los forros de los misales como las carteras los vende a sus compañeras en la parroquia de Santa Rosa de Lima. Asegura que el precio es simbólico, pues le queda la satisfacción de mantenerse en constante actividad, a pesar de que ya coronó una trayectoria formando a personas que ahora son profesionales.