La justicia y la policía estadounidenses, especialmente la de Nueva York, luchan en los últimos años contra el tráfico internacional de arte, del que la megalópolis cultural y financiera es un centro: miles de piezas procedentes de una veintena de países han sido confiscadas en museos, incluido el MET, y a coleccionistas adinerados de Manhattan.
El fiscal federal del sur de la urbe, Damian Williams, jefe de la mayor Fiscalía de Estados Unidos, informó de esta restitución de estatuas y esculturas procedentes del emplazamiento de la antigua capital jemer, Koh Ker, a 80 km de Angkor, entre ellas una representación de una diosa del siglo X y una cabeza de Buda del siglo VII.
Williams precisó que el MET – uno de los museos más grandes del planeta – «acordó voluntariamente devolver las antigüedades» y que «el proceso de restitución está en marcha».
La justicia estadounidense ya había restituido 30 obras de la cultura jemer a Phnom Penh en agosto de 2022.
Traficante británico
«Todas las piezas devueltas hoy estaban directamente relacionadas con el tráfico ilícito y, en particular, con un hombre llamado Douglas Latchford, un coleccionista y comerciante de arte acusado (en Nueva York) en 2019 de dirigir una vasta red de tráfico de antigüedades desde el sudeste de Asia», precisó.
Latchford, de origen británico, falleció en 2020, con lo que el proceso en su contra se cerró.
Esas obras y otras miles fueron saqueadas a finales del siglo XX durante las guerras que tuvieron lugar en Camboya en los años 1970.
Según la justicia estadounidense, miles de estatuas, esculturas y dinteles jemeres fueron traficados internacionalmente durante décadas desde Camboya a anticuarios en Tailandia, antes de ser exportados ilegalmente para coleccionistas, empresarios y museos de Asia, Europa y Estados Unidos.
La Fiscalía local de Manhattan lidera una importante campaña de restitución desde 2017: en los últimos dos años, más de 1.000 piezas por valor de 225 millones de dólares fueron devueltas a más de 20 países, incluidos Camboya, China, India, Pakistán, Egipto, Irak, Grecia, Turquía e Italia.
El fiscal Alvin Bragg anunció simultáneamente el viernes la restitución a Grecia de 30 antigüedades valoradas en 3,7 millones de dólares: 19 piezas fueron «devueltas voluntariamente» por el galerista neoyorquino Michael Ward, ya procesado por los tribunales, y otras tres fueron confiscadas al marchante de arte británico Robin Symes, que murió en octubre, según un comunicado de prensa.
Limpieza
Tras reconocer que debe blanquear sus colecciones, el MET se comprometió en mayo a devolver otras obras que posee de manera ilegal, colaborando con la justicia estadounidense y los países saqueados.
El museo confirmó que la restitución se refería a un total de 16 piezas, dos de ellas destinadas a Tailandia.
En Phnom Penh, el portavoz del Ministerio de Cultura Hab Touch declaró a la AFP que su país «exigió la devolución de estas piezas muy importantes que datan de la época angkoriana» y que «son el alma de nuestros antepasados».
Angkor, el sitio arqueológico más grande del mundo (400 km2), fue la capital del imperio jemer (del siglo IX al XIV), que dominó la península de Indochina.
Esta joya, catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1992, reabrió sus puertas a los turistas en 2022.