Cincuenta años de residir en Estados Unidos la han acercado más a El Salvador, esta vez con una misión que cumple con mucho amor y perseverancia desde sus posibilidades, dice. Se trata de la misión de colaborar como una salvadoreña comprometida con la comunidad y con la creencia de que «vivir es servir».
Se trata de Gloria Colazo, de 62 años, que a sus 13 años viajó a Estados Unidos gracias a un proceso de adopción. Cuenta que durante 20 años no visitó El Salvador y fue hasta que su mamá biológica estaba grave de salud, en 1999, que volvió a tierras cuscatlecas y de ahí en adelante todo cambió.
Es conocida como la madrina, una forma de cariño y reconocimiento por su labor altruista al apoyar a comunidades del país y organizaciones. Estas últimas principalmente con asesorías para que se establezcan en Los Ángeles, California.
Recientemente llegó al país y (el 9 y el 10 de este mes) visitó San Francisco Chinameca, Paraíso de Osorio, entre otros municipios del departamento de La Paz, donde al igual que en otras localidades apoya a comunidades en las áreas de salud, educación, deporte, talentos artísticos, turismo y emprendimiento.

«Si yo no hago algo diariamente por alguien […] una llamada, una guía, un consuelo, algo para ayudar […] algo no está bien. A cualquier persona que se le pueda ayudar y si está en mis medios, lo hago», dijo Gloria.
Ella patrocina el festival del globo, que se llevará a cabo en San Francisco Chinameca, La Paz, el cual se denominará Hermano Lejano. El festival se celebrará el 2 de octubre. Así, ha apoyado eventos similares en otros municipios de La Paz, principalmente de la Ruta Panorámica, con el propósito de impulsar y activar el turismo como alternativa para el desarrollo. Debido a una situación personal en 2010, se desconectó de la comunidad por seis años, pero regresó en 2016 con un propósito y una visión diferente; «con una misión de Dios», reiteró.
«El día de mi percance, le prometí a Dios que si me dejaba vivir me iba a dedicar a ayudar y eso hago. Cuando usted abre una ONG, esa ONG es una cadenita, le ayuda a esta familia a la otra; entonces, usted participa en toda esta ayuda. He abierto 108 organizaciones en diferentes partes del mundo que les he ayudado y asesoro a 10. Estas mismas organizaciones me donan cosas [ropa, medicina]. Viera como se cambian vidas», explicó.
La reconocida líder fue nombrada la primera mujer mariscala en el tradicional festival y desfile de la independencia salvadoreña, que se llevó a cabo el 4 de septiembre pasado en Los Ángeles, California.