Los dos máximos astros del fútbol sudamericano, Lionel Messi y Neymar, se citan hoy en el legendario Maracaná de Río de Janeiro en la electrizante final de la Copa América 2021, que enfrentará a Argentina y Brasil, un superclásico del balompié mundial. ‘La Pulga’ disparará en el templo carioca la que puede ser su última bala en el torneo de selecciones más antiguo del mundo. ¿Le alcanzará para levantar, por fin, un título con la Albiceleste? ‘Ney’, ausente en la victoria brasileña en la edición anterior, en 2019, dice que no. Al final uno de los dos alzará un trofeo esquivo para Pelé y Diego Maradona, responsables, en parte, de que muchos consideren este choque como el mayor clásico de selecciones.
Para Messi, de 34 años, es la chance de sacudirse de las cuatro finales que perdió con su país [tres Copa América y un Mundial] y de sepultar una sequía argentina de casi tres décadas sin ganar un título. ‘Ney’ tenía un año cuando la Albiceleste triunfó en Ecuador 1993, pero estuvo consciente hace dos años cuando una lesión lo privó del noveno título continental de la Seleçao alzado contra Perú (3-1) en el Maracaná.
Ávido de pelear por un Balón de Oro, el jugador del PSG buscará coronar un campeonato en el que le ha dado brillo a una opaca aunque sólida Canarinha, pero en el que ha estado eclipsado por Messi, máximo goleador (4 dianas) y asistidor (5). La final entre los dos mejores equipos de la Copa se interpone entre la amistad de dos cracks que maravillaron en Barcelona.
Por su parte Messi, el seis veces ganador del Balón de Oro intentará obtener el decimoquinto título de Copa América para Argentina ante el Brasil de Tite, que no pierde juegos oficiales desde la derrota en cuartos del Mundial de Rusia 2018 ante Bélgica (2-1).
Desde aquella caída el scratch disputó 18 partidos oficiales, ganando 15 y empatando tres. Sostenido en la seguridad de Marquinhos, Thiago Silva y Casemiro. En Argentina, Scaloni ha construido un equipo de obreros en el que Messi es pintor y que ha hallado alegrías en el central Cristian Romero y el portero Emiliano Martínez.
Con Messi a la cabeza Argentina pretende azotarle un nuevo ‘Maracanazo’ a Brasil, que aún carga con ese trauma del Mundial de 1950.