El ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, aseguró que la Fuerza Armada dará continuidad junto a la Policía Nacional Civil (PNC) a los planes de seguridad para garantizar la protección de los estudiantes y maestros que desarrollan su actividad educativa en más de 5,000 escuelas y colegios del país.
El funcionario explicó que los planes gubernamentales han permitido que ya no haya pandilleros asediando a la comunidad estudiantil y educativa del país.
«Estoy tan seguro de que este año los estudiantes podrán asistir a sus escuelas, colegios con entera libertad y sin el temor de que en sus aulas o en la calle vayan a encontrar un pandillero que les pueda generar daño y también a los docentes», dijo el jefe castrense en la Asamblea Legislativa donde acudió para solicitar la más reciente prórroga del régimen de excepción.
«Ya no habrá pandilleros que les van a estar imponiendo en las aulas de clases lo que ellos quieran, eso tiene un gran valor para la población salvadoreña y para el gobierno del presidente Nayib Bukele que ordenó a la Fuerza Armada continuar apoyando a la Policía en este esfuerzo», afirmó el jefe castrense.
La Policía por su parte, desarrolla en las aulas de varias instituciones educativas programas de prevención de la violencia con los que se han beneficiado a miles de estudiantes a través del deporte, el arte y la cultura.
COLEGIOS COMPLACIDOS CON LA SEGURIDAD
Durante el inicio de este año escolar, el presidente de Colegios Privados de El Salvador, Javier Hernández, destacó la efectividad de los planes de seguridad que implementa el Gobierno central para combatir la criminalidad, pues explicó que la amenaza que los mareros representaban para los alumnos disminuyó considerablemente.
«Agradecemos estas medidas que ahora nos están llevando a tener mayor seguridad y retornando los estudiantes que habían abandonado las aulas; esto es algo positivo», manifestó.
El pacto entre pandillas que promovieron los gobiernos del partido FMLN provocaron que entre el 2015 y 2016 fueran asesinados 140 estudiantes de diferentes niveles educativos.
Al no garantizar seguridad en contornos y rutas hacia los centros educativos y, por el contrario, beneficiar con la tregua a los mareros, los gobiernos del FMLN provocaron que los delincuentes reclutaran jóvenes para incorporarlos a sus estructuras y otros miles desertaron de las escuelas.