El Ministerio de Salud (Minsal) ahorra hasta $32,747 en costo por atención a una persona lesionada con arma de fuego, como parte de la reducción de los hechos de violencia gracias a las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
«Todas las atenciones que se brindan en el sistema de salud tienen un costo para los salvadoreños, y en la medida que tenemos más seguridad, definitivamente le bajan los costos al sistema de salud que pueden invertirse. En salud esto es clave, el ahorro no solo es monetario, sino [que se traduce] a mayores coberturas y mejores tratamientos para la población en otras enfermedades», expresó Alabi.
El funcionario resaltó que se registra una disminución del 80 % en la atención de este tipo de lesiones en los centros de atención nacional, si se compara con cifras de años anteriores al 2019.
«Poder atender a un paciente lesionado por arma de fuego en El Salvador podía tener un costo de hasta $32,000. Actualmente vemos una marcada disminución donde, prácticamente, pasamos de un promedio de 1,000 lesionados [anualmente y antes del 2019] por arma de fuego a tener menos de 100 lesionados [actualmente]. ¿Cuánto se ahorra el sistema de salud en esa cantidad?», enfatizó Alabi durante la entrevista de Noticiero El Salvador.
Si se toman en cuenta los 900 casos restantes de heridos por arma de fuego en promedio, que ya no están llegando a los hospitales, y se multiplican por los costos estimados para cada uno ($32,747), al sistema de Salud le representa un ahorro de más de $29 millones al año.
Estos costos de atención de lesionados por arma de fuego están basados en la herramienta PERC (Producción, Eficiencia, Recursos y Costos) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), según detalló el ministro Alabi.
De acuerdo con el PERC, el costo de traslado a hospital de un paciente herido de bala es de $170.28 por día; la atención de máxima urgencia ronda los $171.74; los gastos en sala de operaciones representan $1,345.09 diarios y con una frecuencia de cuatro intervenciones, se llega a un total de $5,380.36, solo en operaciones.
Además, la continuidad del proceso de atención en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tiene un valor de $2,144.90 al día, con una frecuencia de nueve días, totaliza $19,304.10; a esto se suman los días de estancia en el hospital, que ascienden a un costo individual de $504.86 y con una frecuencia de 15, hacen un total de $7,572.90 al finalizar el periodo; mientras que el control de seguimiento representa $36.98 al día, tomando en cuenta una frecuencia de cuatro controles, suma un total de $147.92.
«Evidentemente si el paciente requiere de un ingreso hospitalario prolongado, la cifra incrementa exponencialmente. Estamos rondando menos de 100 lesionados, ¿cuánto se ha ahorrado el sistema de salud en lesionados? Solo hacer una matemática de 900 por $32,000, y alcanzamos a darnos cuenta de la magnitud que se está teniendo de ahorro y de seguridad que tenemos en nuestro país», dijo Alabi.
Por otra parte, el funcionario detalló que en cuanto a las lesiones por arma blanca también se reporta una reducción. Este tipo de heridas, basándose en el PERC, puede costarle al sistema de salud $23,243 por persona. Dicha cantidad incluye el número de días que son necesarios para la recuperación del paciente.
«La atención por arma blanca es importante conocerla: la atención en ambulancia $170.28; máxima urgencia $171.74; sala de operaciones un costo total de $2,690.18; la Unidad de Cuidados Intensivos un poco más de $15,000; la estancia hospitalaria cerca de $5,000; y control de seguimiento $174.92. Al sumar todo tenemos una cantidad de más de $23,000», especificó Alabi.
En este sentido, el Hospital Nacional General de Neumología y Medicina Familiar Doctor José Antonio Saldaña, ubicado en Los Planes de Renderos, al sur de San Salvador, es uno de los centros hospitalarios que en las administraciones anteriores se vio desbordado por las víctimas de la violencia por pandillas y que con la sólida estrategia de seguridad del presidente Nayib Bukele, implementada desde junio de 2019, ha experimentado una histórica disminución de emergencias provocadas por estas estructuras terroristas.