La atención de 951 víctimas de accidentes de tránsito en 2019 le costó al Hospital Nacional Rosales un total de $2.5 millones y hasta septiembre de este año ya han gastado de $1.5 millones en el cuido de 448 personas que sufrieron percances viales, principalmente en la zona metropolitana, y otros que por su gravedad fueron referidos de centros de atención de diferentes zonas del país.
El Salvador cerró el 2019 con 20,108 accidentes de tránsito, a diario se registraron 55 percances viales que dejaron 1,406 fallecidos y 10, 961 lesionados. Este año, entre el 1 de enero al 19 de noviembre se registran 13,157 accidentes; 847 víctimas mortales y 6,991 lesionados.
La jefa de la Unidad de Epidemiología del Rosales, Mercedes Menjívar detalla que el año pasado la estancia hospitalaria de cada paciente rondó los 16 días, mientras que para este año la estancia promedia 14 días.
«Vemos la complejidad de cada paciente y no se van después de 48 o 72 horas. Son dos semanas que se están en el hospital y en ocasiones están en servicios de hospitalización que requiere procedimientos, pero muchas veces los accidentes pasan a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que ahí nos aumenta el costo porque se debe conectar a un ventilador o a otros procesos», detalla Menjívar.
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La galena detalla que los gastos se incrementan al sumar el costo de cirugías- que muchas veces en un solo paciente realizan hasta seis-, atenciones primarias cuando llegan a la emergencia. La jefa detalla que una cirugía de emergencia tiene un costo de $800, la atención en emergencia $134, una cama UCI $228 y una de cuidados intermedios $318.
«Ingreso al paciente y en el momento de emergencia le atendieron lo más emergente que tiene que resolver, pero traía una fractura y lo ingreso y posteriormente le hago esa reducción u otra cirugía pendiente. Una cirugía electiva cuesta $421. Le hago una laparoscopía exploradora, colostomía para que saque las evacuaciones posteriormente tengo que hacer cierre de ese intestino y así se va incrementando el gasto», explica la doctora.
Atención a accidentes reduce el presupuesto de otras especialidades
Entre las principales atenciones del Rosales están: los tumores, problemas genitourinarios (insuficiencia renal), patologías cardiovasculares, digestivas. La galena manifiesta que el costo de estas enfermedades es alto «y si mi presupuesto lo estoy enfocando a la atención de lesiones de causa externa, por supuesto que en detrimento de la atención de otros pacientes porque el presupuesto tiene un límite no es infinito», dice Menjívar.
La jefa recalca que todo el dinero redireccionado para la atención de las lesiones de causa externa (accidentes de tránsito) perjudica en la atención de otras afecciones. «Se disminuye la atención, yo tengo que solventar la necesidad de las atenciones», dice.
A Marcos lo chocaron en su quinto día de prueba en su nuevo empleo
Marcos Rosales (nombre cambiado) estaba feliz por su nuevo trabajo luego de quedar desempleado por varios meses, sin embargo, esa alegría duró poco, pues fue chocado por un automovilista en su quinto día de pruebas como repartidor de medicamentos a domicilio. El percance ocurrió en la avenida El Espino y carretera Panamericana, Antiguo Cuscatlán.
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El motociclista cuenta que el conductor no respetó la señal de alto y lo impactó. «Hay una señal alto y todo vehículo que sale de ahí debe respetar el alto, lastimosamente el conductor no se detuvo y me impactó con su vehículo entonces salí volando como dos a tres metros y caí sentado en el suelo, yo mismo me hice hacia la acera y de ahí me di cuenta que tenía mi pie quebrado porque mi zapato rebalsaba de sangre. Los primeros en llegar fueron los del CAM y Cruz Verde», relata.
Recuerda que un socorrista de la Cruz Verde le dijo que tenía quebrado mi pie y que tenía un hueso expuesto y no debía moverse, ni quitarse el zapato porque podía desvaciarse de sangre. En un primer momento fue llevado al hospital de Especialidades del Seguro Social, pero como tenía meses de no cotizar, no lo atendieron, solo le colocaron un calmante y lo refirieron al Rosales.
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Marcos relata que temió lo peor al ser enviado al referido hospital, sin embargo, en los nueve días que estuvo internado, asegura que la atención fue rápida y de buena calidad. «Me hicieron radiografías de tórax, piernas y todo salió bien mi tobillo estaba entero. El doctor me dijo que iba a cirugía pero que no más desocuparan el quirófano, yo entraba».
El motociclista cuenta que en la cirugía le colocaron cuatro pines para que pegara el hueso. «Gracias en el hospital me atendieron bien, pasé nueve días en el hospital Rosales me dieron tres tiempos de comida, siempre tuve antibióticos. Un enfermero me comentó que años atrás solo un tiempo les daban de comida».
Marcos relata que lleva dos semanas de operado y su recuperación va «viento en popa». Ya le quitaron los pines y comienza a dar pasos para «agarrar» movimiento. «Me quedé sin trabajo, la empresa me dijo que cuando me recuperara regresaba y continuaba el proceso, pero yo me considero despedido, además mi herramienta de trabajo está destruida», lamenta.
