El Plan Control Territorial (PCT), la estrategia de seguridad ideada por el presidente Nayib Bukele y el Gabinete de Seguridad, cumple tres años de puesto en marcha, período en el cual la tasa de homicidios se redujo significativamente a un promedio de 15 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, cuando en los 10 años de gobierno del FMLN alcanzó los 103 homicidios por cada 100,000 habitantes.
En los primeros tres años del Gobierno del expresidente asilado en Nicaragua Salvador Sánchez Cerén murieron 13,792 salvadoreños a causa de la violencia homicida, y se convirtió en el período más sangriento de la historia reciente; para el caso, durante 2015 asesinaron a 6,656 personas; en 2016, a 5,728, y entre el 1.º de enero y el 31 de mayo de 2017 mataron a 1,408 víctimas.
Al comparar las mismas fechas en la administración del otro expresidente prófugo del FMLN, Mauricio Funes, reportaron 10,969 homicidios en todo el país; para el caso, en 2010 totalizaron 4,004 víctimas, en 2011 fueron 4,371 y en los primeros meses de 2012 se registraron 2,594, cuando estaba en marcha la tregua pactada entre pandillas.
Sin embargo, esa historia sangrienta quedó atrás y disminuyó históricamente desde la puesta en marcha del PCT, el 20 de junio de 2019. En tres años de vigencia, las muertes violentas se redujeron en 80 % con respecto a las cifras de los primeros tres años de Sánchez Cerén, a 2,892; en 2020 hubo 1,341, en 2021 bajó a 1,147 y entre el 1.º de enero y el 31 de mayo de este año se reportaron 404 víctimas mortales.
Las estadísticas de violencia homicida en la administración Bukele están por debajo a las reportadas en los gobiernos anteriores, las cuales se vieron fortalecidas por la implementación del régimen de excepción, una medida que dio herramientas legales para que el Gobierno combata a las pandillas.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, explica que el descenso histórico de la violencia homicida en El Salvador se debe a que al Gobierno no le ha temblado la mano para combatir a las estructuras criminales que por muchos años tuvieron sometida a la población honrada, contrario a lo sucedido con ARENA y el FMLN, que con sus planes, en lugar de erradicar a las pandillas, las potenciaron debido al mal planteamiento táctico.
«Efectivamente estamos ya por cumplir tres años de venir con el concepto del Plan Control Territorial. Creo que uno de los principales logros que ha tenido este plan ha sido la disminución de manera sistemática de los índices de violencia homicida. Recordemos de dónde venimos: de ser uno de los 10 países más violentos del mundo con base en el índice de homicidios. Para que tengamos una idea, en 2015 teníamos un promedio de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes y el año pasado lo cerramos con un promedio de 16 homicidios por cada 100,000 habitantes», manifiesta el funcionario.
El titular de Seguridad expone que cuando la administración Bukele asumió el poder en junio de 2019, se logró cerrar ese año con 6.5 homicidios diarios en promedio. Apunta que en los primeros meses de 2022 la tasa bajó a 2.4 homicidios diarios y como resultado del régimen de excepción ya en mayo se redujo a promedio de 0.5 muertes violentas por día.
AVALAN LA ESTRATEGIA DEL PRESIDENTE BUKELE
Los datos detallan que 2015 cerró con una tasa de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes y 2016 finalizó con 81. Otro de los años más violentos fue 2011, con una tasa de 70.1, seguido de 2010, con 64.7. En 2017 fue de 60 y para 2012 se registraron 41.2 (ver gráfico).
Las anteriores cifras comenzaron a descender y ya para 2020 se situaron en 20 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, la mitad de lo reportado en 2012, cuando Mauricio Funes pactó con las pandillas para bajar el índice de los asesinatos en todo el territorio. En el segundo año de Gobierno del presidente Bukele la tasa bajó a 16 homicidios por la referida cantidad poblacional y en los primeros cinco meses de 2022 se sitúa en 15.1.
De seguir el ritmo actual, El Salvador cerraría este año con 959 homicidios, para una tasa de 15.1 por cada 100,000 habitantes.
Para el diputado Caleb Navarro, estas estadísticas son el resultado de que en los últimos años el Gobierno le ha prestado mucha más atención y ha puesto el centro a la familia, a la población honrada, y se ve en los resultados de cada una de las fases del Plan Control Territorial.
«Son siete fases de las que está compuesto el Plan Control Territorial, cuatro de estas ya se han implementado, con las que se ha logrado recuperar espacios que se creían perdidos a raíz de las pandillas; se han fortalecido los cuerpos de seguridad al dotarlos de implementos de última generación, especializados en el combate frontal a los grupos terroristas», destaca el legislador.
Por su parte el experto en seguridad y criminología Ricardo Sosa sostiene que la administración actual quebró la violencia en sus primeros dos años de gobierno, en el tercer año consolidó y quebró sus mejores marcas y registros debido a los planes efectivos contra los grupos terroristas.
«No tiene comparación con las administraciones anteriores. En este momento el presidente Bukele, al finalizar su tercer año de Gobierno, ubica a El Salvador en los niveles de los países con menor violencia homicida del continente. Estamos en el grupo de Chile, Perú, Paraguay y Uruguay. No solo revirtió los datos de la violencia homicida, sino que ha neutralizado a las pandillas», opina Sosa.
Mientras que el diputado Christian Guevara manifiesta que la bancada de Nuevas Ideas le apostó a salvaguardar la vida de los salvadoreños desde el primer día de la legislatura. «El presidente nos dijo que no nos basemos en los números porque para él un homicidio ya es motivo de preocupación. La guerra más fuerte ha sido en lo social, para dejar sin base de reclutamiento de nuevos integrantes. Ya somos el país más seguro de Latinoamérica y esto es apenas el inicio», añadió.