Un hombre de 19 años murió al caer del techo de un supermercado en Normandía, Francia; mientras que otro se encuentra en coma luego de que un proyectil de la unidad especial de intervención de la Policía Nacional (Raid) lo dejó gravemente herido en medio de las protestas.
El Gobierno reforzó el despliegue policial con 45,000 agentes y gendarmes a escala nacional para restaurar el orden en la cuarta noche de disturbios, suspendió el servicio del autobús y tranvía, y otros sectores decretaron toque de queda hasta el lunes.
Aunque las autoridades impusieron estas medidas, la rabia de los manifestantes por la muerte de Nahel M., de 17 años, de ascendencia argelina, desató otra noche de caos. El joven perdió la vida el martes después de que un policía le disparó en el tórax a quemarropa en un control vehicular en París. Desde entonces, el Gobierno de Emmanuel Macron ha querido erradicar la tensión sin tener éxito en las calles. Incluso una armería fue saqueada en Marsella, la Policía informó el robo de algunas armas de caza, pero ninguna munición. Una persona fue detenida cuando portaba una escopeta.

El presidente se dirigió ayer a la nación y apeló directamente a los padres de los menores que participan en las protestas, ya que, según los registros oficiales, de los más de 1,000 detenidos en tres días, un tercio tiene 17 años.
Las autoridades también reportaron 249 agentes heridos, 492 edificios atacados y 2,000 vehículos calcinados. El Gobierno reforzó el número de agentes y autorizó el despliegue de blindados de la gendarmería, un cuerpo militar que tiene competencias de seguridad pública, sobre todo en zonas rurales.
Macron se encuentra bajo presión entre la derecha y la ultraderecha que le piden mano dura —incluso una «represión feroz» en palabras del político ultraderechista Éric Zemmour— y reclaman medidas de apaciguamiento.
Dos sindicatos de la Policía, entre ellos el mayoritario Alliance, llamaron en un comunicado al combate contra las «hordas salvajes» que protagonizan los disturbios y advirtieron al Gobierno que «entrarán en resistencia» una vez superada la crisis.
Los disturbios se desataron en Lyon, Marsella, Toulouse, Nanterre, Estrasburgo, Lille y París. En Denain, Tourcoing y Roubaix se encuentran bajo un toque de queda que se prolongará hasta el lunes.
