Vladímir Putin reconoció este lunes que el atentado del viernes cerca de Moscú, que dejó 139 muertes, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), fue cometido por «islamistas radicales», pero insinuó que podrían tener relación con Ucrania.
«Sabemos que este crimen fue cometido por islamistas radicales con una ideología contra la que el mundo islámico ha estado luchando durante siglos», dijo en una reunión del gobierno retransmitida en televisión, relacionando por primea vez el ataque con los islamistas. «Sabemos quién cometió esta atrocidad contra Rusia y su gente. Lo que nos interesa es el patrocinador», agregó, pidiendo una investigación «profesional».
«Es importante responder a la pregunta de ¿por qué los terroristas, después de su crimen, intentaron irse a Ucrania? ¿Quién los esperaba allí? Aquellos que apoyan al régimen de Kiev no quieren ser cómplices del terror y partidarios del terrorismo, pero surgen muchas preguntas», afirmó.
Los cuatro principales sospechosos, de Tayikistán, un país de Asia Central, fueron puestos bajo custodia hasta el 22 de mayo y se enfrentan a cadena perpetua tras ser acusados de terrorismo. Medios internacionales indicaron que Rusia detuvo a tres personas más, y «serán castigados sin misericordia», según el primer ministro ruso, Mikhail Mishustin.