Salvador Osorio Moreno tiene cuatro décadas dedicándose a la pintura. Sueña con tener su propia academia de artes para enseñarles a las nuevas generaciones.
Pintar es una de sus pasiones, por lo que en cada uno de sus cuadros plasma sentimientos y emociones.
Según el migueleño, desde muy temprana edad se interesó por el dibujo y la pintura. Tenía seis años de edad cuando comenzó a interesarse por este arte.
Sus primeros dibujos los elaboró en primer grado con algunos lapiceros que tenía a mano.
«Nací amando el arte y desde pequeño lo practicaba, pero a los 30 años comencé a interesarme un poco más cuando estudiaba en la [universidad] nacional en donde estudiaba Ciencias Económicas, pero no la terminé por los conflictos estudiantiles que se dieron y quedé hasta tercer año. Me gradué de contador, pero en mi tiempo libre entré a un taller de pintura», comparte.
Para él, una de sus mayores fuentes de motivación e inspiración ha sido el pintor Armando Solís, quien le dijo que tenía que perseguir sus sueños y le ayudó para que se cambiara de carrera y estudiara artes. Además, fue Solís quien le enseñó a pintar.
En su vida y carrera o todo ha sido color de rosa. Como quien pierde una parte vital, Moreno tuvo que emigrar a Costa Rica, ya que en 1980 era perseguido políticamente.
«Me cambié de carrera porque don Armando Solís me motivó y me dijo que yo tenía madera para el arte y es quien me enseñó. Lamentablemente, por los conflictos que hubo en esa década tuve que dejar de estudiar y me tuve que ir para Costa Rica», recordó.
Aseguró que gracias a sus pinturas ha podido sobrevivir durante muchos años.
En la actualidad se dedica a la venta de billetes de lotería en el parque municipal de San Miguel y su tiempo libre lo dedica a la pintura.
«He abandonado muchas cosas, pero el arte nunca. Quizás yo voy a morir con el arte. Yo pinto desde desnudos hasta caricaturas. Mis cuadros no son caros, pero sí depende de qué es lo que quieran», comentó, al tiempo de asegurar que para cada una de sus creaciones existen diferentes tiempos y procesos creativos a seguir.
Sigue sus sueños
Se autodefine como un alquimista del color y la cultura. Él dice que su trabajo terrenal tiene algo de divino porque levanta su cabeza al cielo en busca de esa señal que guíe sus trazos.
Uno de los momentos más tristes en su vida fue cuando perdió a su madre, hace dos años; a quien recuerda con mucho cariño. Confía que lo cuida desde el cielo y le agradece haberlo apoyado en su carrera artística.
«Por hoy estoy escribiendo mi autobiografía y llevo una tercera parte, y se va a llamar: “Toda una vida en la pintura”. Ahí voy a contar mi historia. Por el momento tenemos un proyecto con un colega y hemos visto en Bandesal para ver si nos ayudan», dijo.
Sobre su sueño de tener una academia de artes, dice que espera crearla muy pronto en San Salvador en donde «hay mucho talento y personas interesadas en el arte».
Si usted desea adquirir una de las pinturas de Moreno puede llamarlo directamente al 7449-1660. También puede encargarle que pinte una obra.