«Según el médico forense del condado de Dallas, hay un total de seis muertes por el accidente de ayer en el espectáculo aéreo Wings over Dallas», dijo en su cuenta de Twitter Clay Jenkins, principal funcionario electo del condado de Dallas.
El incidente en el Aeropuerto Ejecutivo de Dallas involucró un Boeing B-17 Flying Fortress y un Bell P-63 Kingcobra más pequeño, había dicho el sábado la Administración Federal de Aviación (FAA), el regulador de aviación estadounidense, en un comunicado.
El alcalde de Dallas, Eric Johnson, calificó el incidente como «una tragedia terrible» y aseguró que «ningún espectador ni nadie en tierra resultó herido».
Videos de testigos publicados en las redes sociales mostraron imágenes del avión más pequeño que descendía hacia el B-17 que volaba más bajo y se estrellaba contra él mientras ambos volaban en círculos alrededor del aeropuerto.
Después de la colisión, los aviones parecieron romperse en varios pedazos grandes antes de chocar contra el suelo y explotar en una bola de fuego, creando una enorme columna de humo negro.
La colisión esparció escombros por los terrenos del aeropuerto, así como en un centro comercial y una carretera cercana, la cual estuvo cerrada durante horas, dijo Johnson.
Unas 5.000 personas asistieron el sábado al Wings Over Dallas Airshow, un espectáculo de aviones militares de la década de 1940, realizado durante el fin de semana largo festivo del 11 de noviembre, a unos pocos kilómetros al sur del centro de Dallas.
Los eventos de espectáculos aéreos previstos para el domingo fueron cancelados. La FAA dijo que sus agentes y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investigarían lo ocurrido.
Voluntarios experimentados
Hank Coates, jefe de la Fuerza Aérea Conmemorativa (CAF) que organizó el evento, declaró en rueda de prensa que el B-17 normalmente opera con cuatro o cinco tripulantes, mientras que el P-63 solo lleva un piloto.
Añadió que los pilotos que operan estos aviones durante estos espectáculos son voluntarios experimentados con «entrenamiento muy vasto» y a menudos son pilotos militares retirados.
El sindicato de pilotos Allied Pilots Association había confirmado el sábado por la noche que dos de sus miembros jubilados habían muerto a bordo del B-17.
Ambos aviones tenían su base en Houston, informó el diario Dallas Morning News.