El deporte, y por consiguiente el Indes, siempre ha sido un aparato de relleno y nunca ha tenido la importancia que se merece. La apuesta por la juventud y el desarrollo deportivo no se vio en las dos últimas décadas, sino hasta esta administración.
Desde antes de llegar al Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador, dijimos que este rubro sería prioridad para el gobierno del presidente Nayib Bukele. Dijimos que buscaríamos triplicar el presupuesto anual de la institución, para pasar de $12 millones a $36 millones. Para 2020 teníamos un presupuesto de $20 millones, pero no contábamos con la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, en medio de la crisis sanitaria que aún abate a todo el planeta, logramos cambiar el enfoque de la administración deportiva en El Salvador, empoderando a las asociaciones y federaciones nacionales, con el objetivo de dignificar no solo a nuestros atletas, sino a todos los miembros de nuestra gran familia deportiva.
Con esa visión, y conscientes de que la pandemia de la COVID-19 difícilmente sería superada en 2021, nos mostramos conformes manteniendo, prácticamente el mismo presupuesto del año pasado. Sin embargo, con mucha sorpresa nos enteramos de que la partida aprobada por la Asamblea Legislativa sufrió una drástica reducción en comparación con la presentada por el Ejecutivo. Y a la sorpresa se le agrega el dolor y la decepción de ver que quieren seguir tratando al deporte peor de como lo hicieron durante los últimos 20 años.
Indes es el ente rector del deporte nacional, del que emanan las directrices para su desarrollo. Nosotros no creemos que solo regalar pelotas de fútbol y de baloncesto, y menos aún en tiempos de campaña, sea suficiente para decir que alguien hace o apoya al deporte. El deporte tiene que ser tratado de manera integral, con una estrategia bien definida, como la plasmada en nuestro Plan de Desarrollo Deportivo y Recreativo El Salvador 2019-2039, y que busca trabajar de la mano con todos los sectores de nuestra sociedad. Y es por eso por lo que ahora nos resulta decepcionante darnos cuenta de este duro golpe a nuestro presupuest0o para 2021.
Lo que la Asamblea Legislativa le ha hecho al deporte no tiene nombre ni perdón. No puedo ni debo quedarme callado. Se metieron con la gente que veía, en tan poco tiempo, una esperanza de cambio en la forma de administrar nuestro deporte. Se metieron con los empleados, con los atletas. Los diputados actuales se metieron con las federaciones y asociaciones deportivas, y con la inversión pública que teníamos prevista continuar en este nuevo año. Al deporte le han pegado la patada más grande de nuestra historia.
Esta reducción golpeará significativamente dos apartados: la inversión pública, principalmente en infraestructura, y las plazas que hasta hace un año y medio solo recibían pagos por servicios profesionales (heredadas de administraciones anteriores y algunas de ellas, incluso, ilegales) y que nosotros dignificamos y regulamos.
Ustedes se han dado cuenta de que desde el primer día en que llegamos al Indes comenzamos a trabajar. Y hoy, el deporte, luego de varias décadas en el olvido, es una de las prioridades del gobierno. Ustedes saben que hemos invertido en recuperar la infraestructura deportiva abandonada prácticamente desde 2002 e incluso algunos escenarios descuidados desde mucho antes. Sí, esa infraestructura obsoleta que durante todo ese tiempo ha estado, entre comillas, al servicio de nuestros atletas y seleccionados nacionales, y en donde muchos de ellos se perdieron por no encontrar un poco de dignidad en el trato que recibían por parte de sus autoridades.
El presupuesto del Indes tradicionalmente ha contemplado una asignación en inversión pública (mantenimiento, remodelación, obras nuevas, entre otros aspectos) de aproximadamente $2,200,000 y que ahora los diputados redujeron a $96,000, que no alcanzan ni siquiera para darle mantenimiento a lo que hemos recuperado. No podremos mantener, entonces, las obras que hemos hecho en tan poco tiempo y que ellos mismos dejaron en abandono.
Muchos de estos señores han visto los avances e incluso se han reunido con nosotros pidiendo que se les ayude a mejorar sus espacios recreativos y deportivos abandonados. La mayoría de esos espacios no son ni siquiera propiedad del Indes, sino de las municipalidades gobernadas por sus mismos partidos políticos. Entonces, ¿por qué ahora quieren afectar de esta manera al deporte? ¿Por qué le dicen a la gente que apoyan al deporte y que incluso ven en el Indes un buen trabajo? Aquí no me están afectando a mí ni al presidente de la república. Están afectando a la misma población que ustedes dicen y aseguran representar.
Por otra parte, los diputados también nos recortaron $1 millón en salarios de empleados que, en administraciones anteriores, fueron contratados de manera irregular. Y nosotros los legalizamos a todos. Son personas, muchas de ellas con más de 15 años de trabajar en la institución, que no gozaban de prestaciones. Ahora, más de 80 familias están en riesgo de perder su sostén económico, ya que el Indes se encuentra desfinanciado para poderles cumplir sus respectivas liquidaciones.
También hemos visto que le otorgaron $500,000 del presupuesto del Indes al Comité Organizador de los Juegos Deportivos Centroamericanos Santa Tecla 2021 (Cotecla), que se desarrollarán en 2022.
Ahora nos tocará afilar la punta del lápiz y sacar el máximo de nuestro ingenio en administración para corregir lo que le han hecho al deporte. Pero estamos claros de que hay muchas cosas que tienen que cambiar en nuestro país, incluyendo a la Asamblea Legislativa.
El deporte está entre las prioridades de este gobierno. El Salvador merece muchas cosas buenas, entre ellas, ver a nuestra juventud triunfar y a los aficionados celebrar.