Una de las tradiciones orales que nos heredaron nuestros antepasados es que la naturaleza puede darnos señales para identificar el cambio de estaciones en el año. De esta manera, sabemos que la temporada de lluvias está por finalizar al observar en el cielo el paso de los azacuanes o aves migratorias.
«Alguna gente, algunos abuelos, algunos ancianos, dicen que cuando pasa el primer grupo de azacuanes faltan exactamente 40 días para que termine el invierno», comentó el guía profesional de observación de aves, Julio Acosta.
El nombre de azacuanes es una palabra en náhuat que se divide en «at», que significa agua, y «zakwani», que se traduce como cierre. En un sentido amplio se entiende como el cierre de la temporada de lluvias.
Además de la utilidad que le encontraron nuestros ancestros al paso de estas aves, hay que reconocer que se trata de todo un espectáculo que muchos han tenido el gusto de apreciar en el cielo de nuestro país, ya que son grupos de hasta miles de integrantes de varias especies que se juntan para este desafío porque reconocen que juntos tienen más posibilidades de lograr la travesía.
«Estas aves ocupan el aire caliente para elevarse y crean columnas termales de aire para elevarse y, luego, se desplazan en remolinos; es decir, que ellos planean y así ahorran energía para poder lograr desplazarse grandes distancias», señaló Acosta.
Toda una travesía para garantizar la supervivencia
«Estas especies viajan para sobrevivir al invierno de Norteamérica, ya que cuando el hemisferio norte se enfría el hemisferio sur y el trópico se mantienen cálidos, como es el caso de nuestro país, que permanece cálido o templado. Luego, regresan en marzo para reproducirse y criar a nuevos pollitos que se incorporarán al próximo viaje», agregó el especialista.
Aves migratorias hay en todo el mundo y cambian de domicilio bajo la misma lógica de buscar zonas con un mejor clima para reproducirse y garantizar su especie. En el continente americano hay muchas especies migratorias que se clasifican según la manera en que realizan su viaje.
Las aves rapaces son 15 especies que realizan extensos viajes desde el norte (como Alaska o Canadá) hasta algún destino en Suramérica como Brasil, Chile o Argentina. Lo hacen durante el día porque deben cazar para alimentarse.
Entre estas especies hay dos que son mayoritarias: el Zopilote cabeza roja y el Gavilán alas anchas; en el grupo de viajeros también hay otras especies a pesar que en condiciones normales son muy territoriales.
«Cuando están en su territorio no permiten mezclarse con otras especies porque garantizan su alimentación y protegen a sus polluelos, pero cuando migran dejan a un lado sus diferencias y pueden llevarse bien para realizar el viaje», el guía para la observación de aves.
Otras son las aves paserinas que viajan durante la noche y que muy raras veces pueden observarse, solo cuando por casualidad se hospedan en los jardines de las viviendas. También están las aves playeras que realizan su migración por las costas.
Las aves playeras recorren el Pacífico o lo hacen por el golfo de México. En ambos casos es para alimentarse de peces o frutos que pueden encontrar en su recorrido.
e inverna en Centroamérica.
Aunque la manera más fácil de identificar a estas aves es en grupos grandes de miles, también puede hacerse en grupos pequeños, de unas decenas, y las más valientes viajan solas.
Un dato muy curioso es que, aunque las aves de diferentes especies viajan juntas no llevan el mismo destino. Cada una busca un lugar que reúna las condiciones para establecerse y alimentarse mientras llega marzo para realizar el viaje de retorno a Norteamérica, ya que estas aves seguirán viajando todos los años hasta el lugar donde se establecieron por primera vez.
Entre los azacuanes hay algunos que sorprenden por sus características. Uno de ellos es el Colibrí garganta de rubí, por ser el único colibrí migratorio de El Salvador que, a pesar de solo medir nueve centímetros, es muy valiente. Esta ave atraviesa el golfo de México, desde la península de Yucatán, hasta las costas estadounidenses y viceversa, en un solo viaje que puede durar hasta 20 horas.
Durante la migración, existen muchos riesgos para las aves, siendo el mayor de todos los gatos domésticos. Se estima que hasta 2 billones de aves son asesinadas por estos animales invasores.
Otra amenaza son los edificios con paredes de cristal, sobre todo aquellos que reflejan el paisaje. Se estima que mil millones de aves mueren al año en colisiones con este tipo de edificios solo en Estados Unidos.
Las otras amenazas están relacionadas con la contaminación del medioambiente, como el derramamiento de petróleo y plásticos en los mares y playas, que las atrapan o envenenan con microplásticos. No menos importante es la pérdida de hábitats (por devastación natural o acción del hombre) que provoca que las aves mueran por falta de alimentación.
ALGUNAS DE LAS AVES MIGRATORIAS
Zopilote de cabeza roja. Es uno de los azacuanes más abundantes que se alimenta de carroña.
Carnícalo americano. También es conocido como Halconcito dorado y habita gran parte de América.
Gavilán langostero. Viaja hasta 10,000 km y en Colombia se les conoce como Águila cuaresmera.
Gavilán de Cooper. Esta ave caza presas en vuelo y su lugar preferido para pasar el invierno es Centroamérica.
Colibrí de garganta Rubí. Con apenas 9 cm, es capaz de cruzar el golfo de México en un solo vuelo.