En el país encontramos diferentes parques arqueológicos que nos pueden llevar a un viaje por el pasado para conocer sobre la historia y civilización. Para iniciar la aventura decidí visitar el único sitio de El Salvador que cuenta con la declaratoria de Patrimonio Mundial de la Humanidad otorgado por la UNESCO, en diciembre de 1993.
Si te preguntas ¿qué lugar es? He de comentarte que es Joya de Cerén, también conocido como la Pompeya de América. Este se encuentra ubicado dentro del valle de Zapotitán, en el kilómetro 35 sobre carretera que de San Salvador conduce a Santa Ana, en La Libertad.
Las razones por las cuales se le otorgó dicha declaratoria fue porque durante los trabajos de investigación y excavación que se hicieron se observaron que las estructuras arqueológicas cumplen con los criterios de la UNESCO para darle dicho nombramiento. Uno de ellos fue la autenticidad, es decir, es un sitio único dentro de todo Mesoamérica donde se muestra la forma de vida cotidiana de los mayas.
Otro de los criterios que se consideró fue la conservación del lugar. Con la erupción del volcán Loma Caldera la ceniza hizo la función de una capa protectora, ya que por su alta temperatura y el material original de construcción (barro compactado y bajareque) permitió que se mantuvieran intactos.
Este fenómeno natural permitió determinar los tipos de plantas que hubo en aquel momento. Además, quedaron restos de huellas de pie que se lograron rescatar a través de la técnica del vaciado líquido. También se rescató maguey, diferentes etapas de los elotes (tierno, con tusa, maduro y el olote) y yuca.
El primer atractivo del sitio arqueológico es el museo donde encontrarás información sobre la cronología e investigaciones del por qué es sitio único en Mesoamérica, la declaratoria de patrimonio mundial, entre otra información importante.
También podrás observar fotos e instrumentos rudimentarios que fueron elaborados por los antepasados mayas. Algunos de ellos son vasijas de cerámica con semillas carbonizadas y restos de frijol, mazorcas de maíz, ollas, abundante obsidiana y huesos de animales.
Joya de Cerén fue una aldea del Periodo Clásico Tardío sepultada por la erupción aproximadamente para el 650 d.C. El lugar se recorren tres senderos. Este lo puedes hacer tu solo o si gustas puedes pedir la compañía de un guía para que te explique cada una de las estructuras, aunque en el lugar se encuentra abundante información.
Por el momento, el sitio abre al público 10 estructuras, entre ellas se observa una casa comunal, tres bodegas, dos dormitorios, un temazcal (especie de sauna), una cocina, un centro ceremonial y la casa de la chamana.
También encontrarás una réplica de temazcal, en el cual que puedes ingresar para tener una idea de cómo era su función.
La primera estructura se descubrió el 1976 en una limpieza de ceniza con un tractor por trabajadores del Instituto Regulador de Abastecimiento (IRA) y fueron dos columnas de una casa de habitación que estaba compuesta por un solo cuarto con una banca.
Además, se encontraron objetos de sus ocupantes que reflejaban las actividades para el procesamiento de materias primas relacionadas con textiles y cerámicas, semillas de algodón y fibras, malacates para hilar, platos con soportes, jarrones pintados de color rojo que contenían restos de hematita y cuarzo, piedras de moler en miniatura, incensario y restos de chiles carbonizados.
Este espacio es inclusivo puesto que cuenta con señalización interpretativa en español, francés e inglés; con maquetas, información en sistema braille y piso podotáctil, que sirve para que las personas con discapacidad visual puedan orientarse.
Si deseas conocer el lugar el horario de atención al público es de martes a domingo de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
El costo de la entrada para salvadoreños es $1, centroamericanos $3 y extranjeros residentes $7 y no residentes $10. Menores de 12 años, personas con discapacidad y adultos mayores entran gratis.
Hallazgos importantes
Al visitar Joya de Cerén cualquier visitante extranjero o nacional encontrará historia y pruebas de lo avanzados y organizados que estuvieron los mayas, una civilización que nos sorprende en cada hallazgo nuevo. Por ejemplo, en el lugar se encontró una pieza de barro llamada Sahumador, que monocromo con asa zoomorfa. También se localizó plato copador, con diversas figuras y tres patas, así como el esqueleto de un pato.