La medida, acordada por los estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo el martes por la noche, es parte de un paquete que se propone mejorar la transparencia de la miel, las mermeladas y los zumos de frutas comercializados en el bloque.
Una vez adoptado formalmente, este acuerdo sobre la miel reemplazará el sistema actual donde las etiquetas sólo indican si la miel proviene de la Unión Europea o no.
Las nuevas etiquetas deberán especificar de qué país proviene la miel y el porcentaje de miel real. Si la proporción real de miel es inferior al 50%, los porcentajes deben indicarse para cada país de origen.
Este cambio responde a un análisis impulsado por la Comisión Europea en marzo de 2023, que encontró que el 46% de 320 muestras analizadas de tarros de miel contenían importantes cantidades de jarabe azucarado.
La mayoría de las muestras de China (74%) y todas las muestras analizadas importadas de Turquía y Reino Unido estaban excesivamente adulteradas, según el estudio.
Para las mermeladas, las nuevas directivas disponen que se evaluarán durante los próximos tres años para determinar si se requerirán medidas de transparencia similares.
Mientras tanto, imponen la norma de que cada kilogramo de mermelada producida debe contener al menos 450 gramos de fruta.
Para los jugos de frutas, se permitirá etiquetar que un producto «contiene sólo azúcares naturales» y se permitirá a mención de «jugo de frutas con azúcar reducido» para los productos que hayan eliminado al menos el 30% de los azúcares naturales.