Más de 1,800 vuelos fueron cancelados en todo Estados Unidos el jueves debido a una gran tormenta invernal que trastornó los planes de viaje para las fiestas con una triple amenaza de fuertes nevadas, vientos huracanados y frío intenso.
Al menos cinco estados (Kentucky, Misuri, Oklahoma, Georgia y Carolina del Norte) ya implementaron planes de emergencia y es probable que otros los sigan.
«Esto no es como un día de nieve cuando eras niño», dijo el presidente Joe Biden a los periodistas en una reunión informativa en la Casa Blanca sobre la situación del clima y el transporte.
«Esto es algo serio», agregó, instando a la gente a prestar atención a las advertencias de las autoridades locales.
En algunas partes del país, azotadas por un peligroso frente frío del Ártico, ya se registran tormentas blancas que impiden la visibilidad y vuelven peligrosas las condiciones en las carreteras.
Los meteorólogos de AccuWeather dijeron que la tormenta podría convertirse rápidamente en lo que se conoce como un «ciclón bomba», cuando la presión cae y una masa de aire frío choca con una masa de aire cálido.
El meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) Michael Charnick tuiteó un video en el que se ve a conductores luchando contra el clima en una carretera entre Colorado y Wyoming, donde la temperatura con vientos helados se desplomó hasta los -40º C.
El NWS emitió mensajes claves para la seguridad en su cuenta de Twitter, advirtiendo que las borrascas de nieve -ráfagas de nieve moderada a fuerte que duran una o dos horas-, ya se habían producido o se esperaban desde las Llanuras Centrales hasta la costa este y noreste.
«Las personas expuestas al frío extremo son susceptibles a la congelación en cuestión de minutos», advirtió el servicio de meteorología. «Las áreas más propensas a la congelación son la piel descubierta y las extremidades, como las manos y los pies. La hipotermia es otra amenaza durante el frío extremo».