Golpe de Estado puede definirse como la toma del poder político a través de violencia inmediata y antidemocrática. Perpetrado por grupos ilegales armados. Con el fin de usurpar el gobierno. Estos buscan la destitución repentina de los poderes Ejecutivo y Legislativo, para sustituirlo utilizando procesos inconstitucionales y ostentar el poder a través de un nuevo presidente o juntas de gobierno provisionales. Esta acción es considerada como un acto que vulnera la legitimidad institucional que atenta con el orden constitucional establecido.
Hace 43 años se dio el último golpe de Estado, el 15 de octubre de 1979. Fue una acción que derrocó al presidente Carlos Romero, quien llegó al poder en 1977, luego de derrotar electoralmente a la Unión Nacional Opositora (UNO), que no aceptó el triunfo y denunció fraude, provocando convulsión en el ambiente sociopolítico.
Después del golpe de Estado, la administración del Gobierno estuvo a cargo de la Junta Revolucionaria de Gobierno (JRG), con la promesa de ejecutar un proyecto que ofrecía abrir espacio a la participación de todos los sectores en elecciones libres, así como reforma agraria, estatización de la banca y estricto control estatal del comercio exterior, lo cual jamás logró tener éxito, ya que surgieron grupos armados de izquierda, continuó la represión y no hubo cambios en beneficio de la población.
Hubo tres JRG. La primera gobernó desde el 15 de octubre de 1979 hasta el 5 de enero de 1980; sus integrantes fueron Mario Andino, Jaime Gutiérrez, Adolfo Majano, Guillermo Ungo y Román Mayorga, rector de la UCA, nombrando a Rubén Zamora y Héctor Dada como ministros de la Presidencia y de Relaciones Exteriores.
La segunda se constituye el 9 de enero de 1980. En este período son infames los asesinatos de monseñor Romero y de Félix Ulloa, rector de la UES, el 24 de marzo y 29 de octubre de 1980, demostrando la vorágine de violencia que se vivía entre las izquierdas y derechas politizadas.
Todos estos hechos de violencia desmedidos ocasionaron la formación de la tercera a partir del 13 de diciembre de 1980. En ese gobierno se da la ofensiva guerrillera del FMLN el 10 de enero de 1981; por último, la JRG se disolvió el 2 de mayo de 1982, cuando la Asamblea Nacional Constituyente tomó posesión y se eligió presidente provisional a Álvaro Magaña.
La JRG quería quitarles todas las reivindicaciones que las izquierdas abanderaban, por lo que se dedicaron a expropiar las posesiones agrícolas e industriales destinadas a la producción de café y banca comercial, mientras que paralelamente se mantenía una represión. Sin embargo, estos insurgentes alcanzaron dimensiones que hicieron peligrar su poder.
Esta escalada de violencia polarizó tanto a la derecha como a la izquierda política, formando grupos armados ilegales que cometieron crímenes. La represión descontrolada sumergió al país en una grave crisis social, política y económica. Es ahí donde nació el FMLN, cuyos dirigentes eligieron la vía armada, ya que eran incapaces de lograr el poder a través de elecciones, y tomaron como meta emular la revolución sandinista que asumió el Gobierno en Nicaragua el 19 de julio de 1979. Así comenzó el período más sangriento de la historia salvadoreña.