La iniciativa COVAX de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca equiparar el acceso a las vacunas de todos los países. Para El Salvador, como para otros estados, hay una disponibilidad de vacunas equivalentes al 20% de la población.
Cuando desde Ginebra, donde tiene su sede la Organización Mundial de la Salud (OMS), recibieron por correo electrónico la respuesta de El Salvador apenas 30 minutos después de enviar la propuesta de donación. «Llevo un impresor y mi sello en el carro para contestar en el mismo momento», sostiene Francisco Alabí, ministro de Salud.
Según Alabí, en la OMS no se lo creían, porque la respuesta a las comunicaciones oficiales suele ser mucho más tardada. De hecho, el ministro Alabí asegura que un gobierno de la región reclamó a la OMS por no haber recibido aún sus vacunas, ante lo cual la organización respondió que el correo electrónico con la propuesta de donación había sido enviado hacía una semana y no lo habían contestado.
Alabí asegura que llevar el impresor y el sello en el vehículo le permite responder de forma rápida, aunque sea muy tarde de noche o en la madrugada. «Es un tema de eficiencia», sostiene.
El Salvador ha recibido ya cuatro lotes de vacunas. El primero fue una compra directa del Gobierno de Nayib Bukele a AstraZeneca. El segundo fue parte de la iniciativa Global COVAX, también de AstraZeneca. El tercer lote en llegar al país fue de Pfizer, en tanto que el cuarto lote, de un millón de vacunas, fue compra directa a Sinovac. Mañana llegará un quinto lote, una donación de la República Popular China.