La Unión Europea y sus 27 países miembros son aliados de El Salvador y de la región centroamericana. Nuestras históricas relaciones con el bloque europeo se remontan a 1987, a partir del Diálogo de San José, que sirvió de marco para las Conferencias Ministeriales de Diálogo Político entre Centroamérica y la Comunidad Europea.
Desde entonces, nuestro asocio se ha fortalecido gradualmente y, en la actualidad, goza de múltiples mecanismos de colaboración e interlocución en diferentes ámbitos y niveles, incluyendo el bilateral, subregional y birregional.
La Unión Europea es un aliado importante en la consecución de nuestros objetivos nacionales de desarrollo.
El incremento progresivo de la cooperación es el reflejo de la confianza y la credibilidad que con madurez estamos construyendo, privilegiando el diálogo, el entendimiento y el respeto mutuo.
El valioso apoyo de la Unión Europea ha sabido responder de manera oportuna a las necesidades reales del país, y su activa presencia en distintos ámbitos del desarrollo nacional es fiel testimonio del compromiso con el progreso de El Salvador.
La Unión Europea ha contribuido a la implementación de políticas públicas que velan por el bienestar de los salvadoreños, en ámbitos como la prevención de la violencia, el desarrollo del sector privado, la inclusión social, particularmente de la juventud, mujeres y otros sectores en situación de vulnerabilidad.
En materia de comercio e inversiones, el bloque europeo es uno de nuestros más importantes socios. El Acuerdo de Asociación Centroamérica–Unión Europea, a 10 años desde su firma, ha desempeñado un rol relevante en dicho proceso.
Así, la Unión Europea ocupa la sexta posición de los principales destinos de exportación de Centroamérica.
En 2021, el intercambio comercial entre El Salvador y los países miembros de la Unión Europea alcanzó la cifra de $1,077 millones, además de reportar $1,768 millones en inversión extranjera directa de los países europeos.
Sumar nuestro regocijo a la celebración del mes de Europa es una convicción inherente a los estrechos vínculos que nos unen, así como a las perspectivas de continuar construyendo el futuro de nuestras relaciones.
Es un deber de justicia recordar la Declaración del célebre político francés Robert Schuman, quien en 1950 invitó a los países europeos a idear esfuerzos innovadores con el propósito de alcanzar la paz y preservar la unidad en Europa.
La vigencia de sus palabras nos motiva a mantener viva y fuerte esta alianza.
Setenta y dos años después de este acontecimiento, la Unión Europa continúa perfilándose como un modelo de integración y de cooperación que abarca más allá del ámbito intergubernamental, inspirando al resto de países que, como los centroamericanos, deseamos avanzar integrados en torno de objetivos y metas comunes.
El Salvador y la Unión Europea comparten valores y principios fundamentales, además de vínculos históricos y culturales que han facilitado una sinergia natural en torno de temas sustanciales, así como la construcción de alianzas para hacer frente a los grandes desafíos globales, lo cual ha coadyuvado a tener una visión compartida por el fortalecimiento del sistema multilateral y de sus mecanismos.
Renuevo a nuestros amigos europeos el interés de El Salvador de continuar trabajando de la mano, con miras a desarrollar esfuerzos creativos e innovadores que nos permitan avanzar en el cumplimiento de objetivos de desarrollo compartidos, así como propiciar un entorno de paz, entendimiento y respeto mutuo que permita preservar la unidad granítica entre nuestras naciones, sobre la base de estrechas relaciones de amistad y cooperación.