Un capítulo se cierra para el arte y la arquitectura del país con la muerte de Rubén Martínez Bulnes, pero su legado quedará para siempre embelleciendo la ciudad. Su obra más memorable y emblemática es la Iglesia El Rosario, ubicada en el Centro Histórico de la ciudad.
Esta es una de las grandes obras que ha exaltado el nombre de El Salvador y han llevado a otro nivel el monumentalismo de los siglos XX y el siglo XXI. Dentro de sus grandes legados deja un símbolo a «la justicia», que lleva por nombre monumento a La Constitución y que muchos conocen por «Chulona», una imponente y gigantesca escultura que sirve de punto referencial: «El Cristo de la Paz», y en el interior de la iglesia El Rosario un viacrucis de hierro forjado, una estructura única entre las iglesias de Latinoamérica.
Su destacable y notable carrera artística le valió para que, en el año 2018, cuando el presidente de la República Nayib Bukele era alcalde de San Salvador le entregara el reconocimiento de Hijo Meritísimo de la Ciudad de San Salvador, un año más tarde y en su calidad de ejecutivo, el mandatario le otorgó el Premio Nacional de Cultura 2019, el laurel más alto y de relevancia para los artistas nacionales.
De igual manera, fue nombrado con el galardón «Orden Pontificia de San Silvestre Papa en grado de Caballero» por la iglesia católica en reconocimiento a su destacado aporte a la comunidad.
«Por hacer mucha figura religiosa es que me han dado el título de Caballero. Por mi trabajo religioso. Es algo maravilloso. Francamente, me lo dieron por la iglesia El Rosario. Todas las entidades religiosas estaban allí, estaba el cardenal, el arzobispo y el nuncio, él dijo que era lo más grande que había en iglesias en El Salvador. La iglesia es reconocida en el mundo entero. Yo ya estoy reconocido en el mundo por esa iglesia y por el “Viacrucis”. Yo he hecho mucho, pero creo que todo fue por la iglesia El Rosario, eso fue lo que los impactó», manifestó el arquitecto en una entrevista que Diario El Salvador le realizó a inicios del 2021.
Sin duda, estos grandes aportes al mundo arquitectónico también fueron un punto a favor para que, en junio de 2022, con 74 votos, la Asamblea Legislativa emitiera un dictamen favorable que autoriza que sus restos descansen en la iglesia El Rosario, tal cual fue su deseo estando en vida.
El pintor, escultor y arquitecto Rubén Martínez Bulnes falleció ayer, lunes, a sus 94 años. Con su partida, al mundo le queda un legado con un portafolio de 185 esculturas, 23 obras para monumentos y plazas, 14 sagrarios, esculturas móviles y varios cuadros.
Vida y obra de Martínez Bulnes
Rubén Martínez Bulnes nació en San Salvador el 7 de julio de 1929. Desde muy pequeño mostró su interés en el arte.
«No, es que yo, desde niño, mis juguetes me los hacía. Me compraban, pero los que yo hacía eran mejores. Entonces, a los niños del barrio les gustaban. Yo ponía mis juguetes en el balcón de la casa (…). Mis primeras esculturas fueron los juguetes. Mis cuadernos, porque mi papá quería ser ingeniero, yo pintaba y hacía muñecos y me regañaron. Cuando nos daban pisto, compraba yeso. En el suelo y en la calle los dibujaba a todos, hacía las caricaturas y todos se morían de la risa porque eran igualitos», mencionó en una entrevista realizada por este medio.
Estudió arquitectura en la Universidad de El Salvador, pero enriqueció sus conocimientos con especialistas europeos y amplió su formación artística en países como Estados Unidos y México, donde visitó museos y galerías.
A lo largo de su trayectoria utilizó de manera predominante el metal y el hierro forjado, con el cual creó obras monumentales que van de lo abstracto hasta lo figurativo.
Aunque su obra más destaca o reconocida sea el templo del Rosario, donde elaboró también los vitrales y un vía crucis en hierro, existen otras grandes obras como los vitrales de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, sus puertas y otros elementos de dicha iglesia. Además, se pueden observar otras de sus creaciones en los templos del Perpetuo Socorro, de la Transfiguración, San José de la Montaña (San Salvador) y en colecciones privadas tanto del país como del extranjero.