AES El Salvador, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) y la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) graduaron ayer a 116 mujeres como técnicas electricistas de cuarta categoría, como parte de su programa AES Mujer.
Abraham Bichara, presidente ejecutivo de la compañía, explicó que el nuevo grupo de graduadas forma parte de la octava promoción del programa de formación, con el cual capacitan a más de 100 mujeres por año.
Desde el 2015, un total de 748 salvadoreñas han logrado certificarse y muchas de ellas han ingresado a empresas o emprender negocios en el rubro.
«Como empresa nos llena de orgullo el ser facilitadores de oportunidades reales y sostenibles, de espacios para que la mujer salvadoreña pueda desarrollar todo su potencial, adquirir conocimientos técnicos y fortalecer su independencia económica, empoderando para abrirse paso en el sector eléctrico y brillar en este campo que ha sido practicado tradicionalmente por hombres», dijo.
Bichara detalló que las beneficiarias obtuvieron la acreditación que las faculta para realizar instalaciones eléctricas residenciales confiables y seguras. Además, por segundo año consecutivo, recibieron la especialización en «Lectura y Censos de Carga» para tener mayores oportunidades de inserción laboral.
Del total de nuevas profesionales, 43 provienen de la región central, 39 de occidente y 34 de oriente.
«Sin importar las diferencias geográficas, las nuevas electricistas comparten la visión de romper esquemas y estereotipos a través de la educación técnica», agregó el ejecutivo.
Por su parte, el titular de la SIGET, Manuel Aguilar, destacó la importancia de la especialización técnica que obtuvieron las mujeres beneficiadas, ya que ello les permite realizar diversos trabajos.
«Este curso de electricistas les permitirá crecer profesionalmente, les abrirá muchas puertas. Las beneficiarias cuentan con una especialización, la cual les califica técnicamente en lectura de medidores, censos de energía y detección de conexiones ilegales, ampliando así las oportunidades laborales», apuntó.
Erika Coca, una de las graduadas, manifestó su agradecimiento por haber sido incluida en el programa, el cual fomenta la inclusión y el desarrollo económico, especialmente de mujeres que viven en zonas rurales.
«Este curso nos permitirá ofrecer nuestros servicios técnicos en las comunidades donde vivimos. Ahora, las mujeres rurales estamos más empoderadas y listas para abrirnos espacios en este oficio donde la mayoría que los ejerce son hombres», dijo.