Alejadas del ambiente mediático previo, afanosas, tres mujeres, escoba en manos, se esmeraban por concluir la limpieza en las butacas de platea del estadio Cuscatlán. En el engramillado, el plantel de Alianza, apiñado, se abrazaba, se encomendaba al Creador y compartían vibras. Iniciaban la semana de práctica con una sola misión: barrer al Águila en la final y conquistar su corona número 15.
«Como le dije a los muchachos, en esta cancha tenemos que ser invencibles. Ojalá el domingo, a las 5:00 de la tarde, podamos levantar la número 15», dijo el técnico Milton «Tigana» Meléndez, en una conferencia de prensa previa al «Open Media Day», que organizó el club para atender a la prensa. «Nosotros vamos a hacer lo posible por liquidar en los 90 minutos» agregó.
Toda vez saciadas las dudas de los periodistas en cara a cara con los jugadores de mayor protagonismo, y la breve reunión en el centro del campo, los pupilos de «Tigana», a la orden del preparador físico, emprendieron un trote suave agrupados de tres en tres.
El capitán Marvin Monterroza trotó junto a su «compadre» y amigo Chicho Orellana, acompañados por Juan Carlos «la Cabrita» Portillo que ya se reporta como alta después de perderse el último juego ante FAS por una contractura muscular.
Los otros capitanes, Fito Zelaya, Iván Mancía y Henry Romero, trotaron en una tertulia de cuatro ya que les acompañó, Rubén «el Polaco» Marroquín en el breve recorrido que hicieron de calentamiento.
En los graderíos, una vez concluida la limpieza de la primera parte de platea, las tres mujeres se tomaron un respiro, un sorbo de agua y se sentaron en las butacas por breves minutos para observar a los jugadores que practicaban el pase a un solo toque.
¿Ya terminaron?, «que puercas. Cuando hay partido dejaron tirado bastante papel y nos llevamos hasta una semana para limpiar», respondió una de las trabajadoras. «Allá [ gradas de sector sol] es más fácil», abonó.
Poco antes de las 11:00 de la mañana, luego de hacer abdominales, pechadas y sentadillas, los jugadores que conforman el once habitual, a excepción de Bryan Tamacas y la Cabrita Portillo, que se quedan junto al resto grupo, ensayando el uno contra uno, y rematando, de primera, centros desde la derecha e izquierda, se fueron a los camerinos.
El final de la primera practica fue un «picadito» de seis para seis entre los jugadores que conforman el grupo de suplentes. Fito comandaba al equipo rosado y Cabrita Portillo a los azules. Eran ya casi las 12 del medio día y las tres mujeres daban los últimos escobazos en platea. A ellas les queda toda la semana para limpiar el coloso de Monserrat y al Alianza para ponerse a tono, barrer al Águila en tiempo regular y conquistar la quinceañera.