Gremios periodísticos indican que en Colombia se incrementan las amenazas y las agresiones a los comunicadores cuando está de por medio una contienda electoral, como la del 29 de octubre en el país.
No ha sido objeto de una amenaza directa, pero sabe que cuando llega la época electoral, su trabajo está más vigilado, controlado e, incluso, monitoreado. Luis, quien pidió cambiar su nombre por razones de seguridad, dijo a la Voz de América (VOA) que cuando se acercan las elecciones en su país se incrementan las agresiones y las amenazas.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), a medida que se acerca la jornada electoral del 29 de octubre, día en el que los colombianos elegirán gobernadores, concejales, diputados y alcaldes, aumentan las agresiones contra los periodistas.
Hasta el 20 de octubre, la organización ha documentado 40 agresiones a la prensa y ha registrado 80 periodistas amenazados por la cobertura de las elecciones. «No puedo decir directamente que haya sido objeto de una amenaza por parte de un grupo armado ilegal, pero, en la zona donde ejerzo, están todos los grupos armados, tanto los legales como los ilegales, y eso genera una presión fuerte», explicó Luis a la VOA.
«Una dinámica un poco adversa, entonces uno termina de alguna manera un poco intimidado, cuidándose mucho de la narrativa que usa para, de alguna manera, no herir a una u otra agrupación y terminar siendo objeto de una amenaza», añadió.
El comunicador contó que, por ejemplo, en la emisora donde trabaja, en el departamento del Cauca –zona donde persiste el conflicto armado— incluso han visto personas extrañas que visitan su medio y que, seguramente, «hacen tarea de inteligencia». El defensor del pueblo, Carlos Assis, hizo un llamado a garantizar la libertad de prensa durante el desarrollo de las elecciones regionales y declaró que «es propicio garantizarles el pleno ejercicio de la libertad de información.