El Tribunal de Sentencia de Chalatenango condenó a 11 años con tres meses de cárcel a Alex Gilberto Cardoza Martínez, quien valiéndose de su cargo como profesor cometió los delitos de acoso sexual y acoso a niñas, niños, adolescentes o personas con discapacidad a través del uso de las redes sociales en perjuicio de una menor.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, los hechos por los cuales fue condenado el maestro ocurrieron en Chalatenango a inicios de abril de 2019. La denuncia fue retomada por fiscales de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y la Adolescencia.
Según el jefe de esa sede fiscal, Andrés Amaya, la víctima relató que era acosada sexualmente por Cardoza Martínez al punto que en cierta ocasión cuando se encontraba sola realizando tareas en uno de los salones del centro educativo el sujeto ingresó y le dijo que debido al aire acondicionado «sentía ganas de desmayarse, pero que si eso pasaba, ella tenía que darle un beso».
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La joven se mostró sorprendida por las insinuaciones del docente, fue cuando recordó las advertencias que otras compañeras de estudios: «si algún día la molestaba el profesor, que no le hiciera caso, ya que éste tiene la costumbre que a todas las niñas bonitas que llegan las acosa sexualmente para que tengan una relación con él».
Las investigaciones de la Fiscalía determinaron que el docente había solicitado a los estudiantes que le enviaran fotografías con las tareas finalizadas. A partir de ese momento, el sujeto comenzó a enviarle mensaje de textos y audios a la víctima en los que le decía que «era una jovencita muy bonita, que le gustaba». Además le insistió en que «si podían tener una relación entre ellos, pero que solo ellos dos se iban a dar cuenta de esa relación», según consignó el Ministerio Público.
En vista que la joven no hizo caso a las pretensiones del profesor, éste en descontento le comenzó a bajar las calificaciones en los resultados académicos al punto de aplazar la asignatura en uno de los trimestres.
Ya en los tribunales, la Fiscalía demostró ante el juez que el docente había incurrido en los delitos antes mencionados, por lo que el juzgador no dudó en condenarlo a 11 años con tres meses de prisión.