La Semana Santa suele ser un período de descanso, de sol, playa, arena y mar o quizás de bosque, montaña y espacios abiertos. Sin embargo, muchas iglesias tienen en esta época un período en el que celebran uno de los momentos más importantes de la fe: la Pasión de Cristo, constituyendo un espacio para la reflexión espiritual y la búsqueda de paz.
En ese contexto, para Álex Navas, pastor de la Iglesia del Camino de las Asambleas de Dios, la Semana Santa no debe ser un espacio del año en el que se dedique el tiempo completamente al esparcimiento y la recreación, sino que debe haber un balance, dedicando también un espacio para la búsqueda de paz emocional y espiritual, sobre todo luego de un año 2020 que golpeó las vidas de millones de personas en el mundo.
Para Navas, uno de los miembros del cuerpo pastoral de una de las iglesias más importantes de El Salvador, la Iglesia Evangélica también ve en Semana Santa una época de conmemoración de uno de los hechos más importantes de la fe, lo cual la convierte en un período del año en el que la feligresía acude mayormente a cada congregación.
«Aunque la Biblia no nos marca el hecho de celebrarla, como cristianos destacamos y enfatizamos el hecho de conmemorar el hecho más importante de nuestra fe: el relato de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, que es el centro del evangelio. El evangelio se trata de Cristo recuperando nuestra redención, pero no castigándonos, sino cargando el peso de ese castigo y eso es lo que recordamos en esta fecha», explica.
Para Navas, popularmente se ha cimentado un concepto erróneo al creer que las iglesias ven con ojos de reprobación el hecho de que las familias ocupen la Semana Santa para tener un espacio de recreación y esparcimiento. Por el contrario, asegura que es necesario que en días como estos las familias refuercen sus lazos y se mantenga un equilibrio entre la devoción religiosa y la recreación familiar siempre con moderación y sin caer en excesos.

«No considero que sea negativo que las personas tengan esparcimiento en estos días. Las familias tienen que estar unidas. Tener un tiempo de esparcimiento es muy importante. Los niños han estado en “Home School” y ha sido una carga grande y pesada para ellos, por lo que es necesario un espacio de descanso. Pero no podemos olvidar el tiempo para la fe, la reflexión y la búsqueda de paz espiritual. Cada quien celebrará a su manera, pero no podemos apartar la fe de esta época», comenta.
«Debemos mantener un balance en nuestra vida con respecto a la Semana Santa: reflexión, agradecimiento y esparcimiento, dedicándole un espacio a cada uno de esos aspectos en nuestra vida. Cuando nos apartamos de la fe a tal grado que la Semana Santa se convierte en un período donde hay más muertes a causa del alcohol y los excesos. Eso es lo que vemos negativo», señala.
Al respecto, Navas también es enfático al señalar que venimos de un año 2020 lleno de complicaciones. La pandemia por la COVID-19 ha sido un duro golpe que El Salvador y el mundo han recibido y del que aún no logran reponerse, por lo que considera clave que este período de Semana Santa sea de reflexión y recuperación espiritual y emocional para todos.

«Es un tiempo muy peligroso para estar lejos de nuestra fe. Esta Semana Santa podemos aprovechar para acercarnos más a Dios. Estamos en un contexto difícil. Demasiadas situaciones duras nos han golpeado. Hay cosas que no podemos controlar, una de ellas es el COVID-19, un gigante que sigue avanzando, que sigue haciendo daño. La depresión que está causando en niños, jóvenes y adultos es evidente, por lo que este período puede servir para tomar un respiro y encontrar en la fe un espacio de paz y tranquilidad», comenta.
«El Salvador necesita, como nación, acercarse a su fe. La palabra de Dios nos enseña: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Ese es el aspecto que, cómo sociedad, hemos olvidado, que amar a Dios también implica amarnos como prójimos y no cultivar el odio. Cuando Dios cambia la vida del hombre, cambia las naciones y eso es posible en El Salvador», agrega.
Para Navas, «esta es una semana clave donde millones de cristianos alrededor del mundo estarán recordando el evento más importante del evangelio, el cual constituye el hecho de Jesús dando su vida en la cruz», por lo que asegura que podemos encontrar un balance y un equilibrio ideal entre nuestra búsqueda de diversión y esparcimiento y la sensación de paz y tranquilidad que la fe puede dar a quienes la confiesan.

