La estabilidad de la banca salvadoreña propició que la captación de depósitos creciera un 12.1 %, entre agosto del año pasado y el mismo mes de 2020. Lo anterior demuestra que los salvadoreños continuaron ahorrando, a pesar del impacto que ha provocado la pandemia en la economía local.
De acuerdo al Informe de Desempeño Financiero de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), en agosto de 2020 el saldo de depósitos alcanzó $14,604.04 millones.
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En septiembre, el crecimiento de dicha cartera fue de 11.5 %, siempre comparado al mismo mes del año previo, según datos actualizados del Banco Central de Reserva (BCR).
Ese crecimiento de los depósitos a dos dígitos demuestra «la confianza de los usuarios y la estabilidad de la banca en el país; y se debe, además, a la respuesta positiva de los bancos ante la crisis económica», sostiene la gremial de banqueros en el informe de desempeño financiero de la gremial.
Según Abansa, lo anterior se sustenta en la buena capitalización de los bancos, en una holgada liquidez, en la sanidad de la cartera de créditos y en el cumplimiento de los parámetros y la normativa técnica.
Hay que destacar que la principal fuente de fondeo de los bancos son los depósitos, específicamente a la vista, que son las cuentas de ahorro y corriente, que precisamente a agosto tuvieron un crecimiento mayor al 18 %.
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El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez, considera que el sistema bancario salvadoreño cuenta con buenos niveles de liquidez, lo cual es una condición necesaria para tener estabilidad y estar en condiciones de apoyar la actividad económica.
En su opinión, el comportamiento de los depósitos bancarios ha mantenido un buen desempeño al haber crecido en 11.5 %, entre septiembre de 2019 y septiembre de 2020.
«Esto demuestra que los bancos tienen la confianza de sus clientes y que ante la contracción de la demanda agregada los depósitos se mantuvieron dentro de la estabilidad esperada», agregó el funcionario.
En su opinión, las reformas a la normativa bancaria de carácter temporal se generaron en los diferimientos de pagos de las cuotas de crédito, que fueron disponibilidades que también mantuvieron la estabilidad de los depósitos.
La Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) también aseguró –en un comunicado oficial– que la banca salvadoreña se ha mantenido sólida y activa en el contexto de la emergencia y de la reapertura, mostrando un crecimiento de los depósitos aún durante la cuarentena.
Gustavo Villatoro, titular del Sistema Financiero, también cree que las medidas tomadas por el gobierno del presidente Nayib Bukele, como la suspensión de pagos de servicios básicos, entre otras medidas, han sido claves para que la población confíe en el sistema financiero durante los meses más críticos de la pandemia.
«Enfatizamos que históricamente la reserva de liquidez de la banca salvadoreña ha estado por encima de muchos países de la región. Actualmente, esta reserva legal en los bancos ronda el 10 % y la constituida el 18 %», expresó.
Dijo además que los niveles de requerimiento para cuenta corriente y de ahorro continúan siendo superiores a los de otros países de Latinoamérica, con porcentajes del 12 % y 15 %, respectivamente. Estas son cifras superiores a las de Colombia, que en abril de 2020 disminuyó del 11 % al 8 %.
MEJORAS EN EE. UU.
Para Abansa, las señales positivas en la economía de Estados Unidos luego de la reapertura favorecen los resultados positivos del sistema financiero local. En esa nación, considerada el principal socio comercial de El Salvador, la tasa de desempleo de agosto fue de un 8.4 %, muy inferior al 14.7 % de mayo, cuando alcanzó el nivel histórico más alto.
Si bien lo anterior es positivo, en cuanto al desempleo en Estados Unidos, aún falta mucho para alcanzar los niveles promedio de desempleo antes de la pandemia, los cuales rondaban los 3.5 %. El indicador es importante para la economía local por las remesas que envían los salvadoreños residentes en ese país.
Destacó que las fuentes de fondeo de los bancos alcanzaron a agosto de 2020 el total de $17,274 millones, la mayor proporción provino de los depósitos (85 %), seguido por los préstamos a bancos (10 %) y los títulos valores (5 %).
LOS RETOS DEL PAÍS, SEGÚN ABANSA
En Centroamérica, El Salvador es el segundo país con la mayor caída en la IVAE de la región, pero con una de las recuperaciones más fuertes; luego de la reapertura gradual económica.
Abansa considera que la recuperación de la economía y la sostenibilidad de la deuda pública requieren de un crecimiento más robusto, así como de mucha responsabilidad en el manejo de las cuentas fiscales.
Según la gremial de banqueros, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sería muy positivo, daría predictibilidad en la economía y estabilidad en el manejo fiscal.