El 2022, el aguinaldo, las fiestas, el pavo y la canción de Mariah Carey se terminaron, se acabaron, caducaron. Hoy nos corresponde la famosa «cuesta de enero». La cima de una montaña es el comienzo de la próxima, así que es válido soñar. Sin embargo, sueños sin metas solo son sueños. No hay que rendirse, ya que, sin compromiso, nunca comenzaremos, o sin consistencia, nunca terminaremos; si fuese fácil, todos lo pudiéramos hacer.
Cuando el diablo nos ignora es porque estamos haciendo cosas malas. Sí, esas cosas de manera muy negativa; al contrario, cuando estamos haciendo las cosas bien, ahí el diablo se interesa, nos intenta hacer la vida imposible, presentándonos miedos, preocupaciones, estrés, obstáculos, muchos problemas e inseguridades, y quiere que nos rindamos a cumplir nuestros sueños.
A la vez, si quisiéramos fuerza, nos darán dificultades para superar; si pedimos sabiduría, nos darán problemas para resolver; si pido coraje, me dará peligros por superar; pidamos amor y nos darán personas vulnerables para ayudar.
Hay que ser fuerte, hay que luchar, hay que planear, nunca hay que dejarse caer en la soledad, busquemos paz, amor, fe, esperanza, soñemos; y lo más importante: oremos.
Como decía un host-presentador por ahí, que se me quedó grabado en la médula cerebral, la vida es corta, perdona rápido, no discutamos por tonterías, besa lento, ama de verdad, cela un poco pero no mucho, ríete sin control y nunca dejes de sonreír como un niño por más extraño que sea el motivo. Puede ser que la vida no sea la fiesta que esperábamos, pero mientras estamos aquí, ¡sigamos bailando!
Después de todo, la vida no se mide en minutos, se mide en momentos. Vivamos como ese niño, con sueños, independientemente sea el americano, salvadoreño o europeo; juguemos mucho, riámonos mucho y dejémosle las preocupaciones a Dios.
Nunca he conocido a nadie que haya sido exitoso en cualquier área de su vida sin que haya sufrido, perdido, sudado, llorado, sacrificándose, pero enfocado, superando juicios y muchas pruebas.
Si no quieren hacer olas en esta vida, sean mediocres y normales para ser un seguidor perfecto. Somos líderes, somos ganadores, y hablarán y escribirán de nuestro coraje, ganancias y éxitos; jamás de nuestros fracasos. Sean exitosos y siéntanse orgullosos de sus conexiones en Linkedln, no de sus seguidores en Instagram.
Si tenemos ese sueño, persigámoslo nuevamente con mucho compromiso y consistencia y ya veremos que vendrá a la brevedad. Convirtamos estas palabras en acciones.
Al grano, ya sea que nos tomemos la pastilla roja o la pastilla azul, ¡despertemos!
No convirtamos ese sueño en una fantasía, y hay que hacer todo lo posible —con acciones— para convertirlo en una próxima realidad. Mantén tus ojos en las estrellas, pero tus pies en el piso. Cuando manejemos un vehículo, miremos hacia adelante, movimiento hacia el futuro con ese parabrisas grande y amplio de izquierda a derecha, y si miramos hacia atrás que sea para recordar las lecciones del pasado y no vivir en ese pasado. Solo miren el tamaño del espejo retrovisor de ese mismo vehículo. Vivamos el presente y aspiremos hacia el futuro.
Es hora de estudiar, trabajar, emprender y perseverar, siempre hacia esa juventud eterna.
¡Feliz 2023!
Para Ceci