El porcentaje de personas que viven con múltiples enfermedades crónicas es un 50 por ciento mayor entre afrodescendientes que entre blancos en Brasil, según un estudio divulgado el viernes en el país sudamericano.
Realizado desde 2008 por especialistas de la Fundación Oswaldo Cruz, la Universidad de Sao Paulo y las Universidades Federales de Minas Gerais, Espírito Santo, Bahía y Río Grande del Sur, el Estudio Longitudinal de Salud del Adulto (Elsa-Brasil) analizó la salud de 15.000 adultos y ancianos.
Según el estudio, por cada grupo de diez participantes blancos con seis o más enfermedades crónicas, había 13 morenos y 15 afrodescendientes. La investigación muestra, sin embargo, que son las mujeres las más afectadas por la condición clasificada como multimorbilidad, con seis o más enfermedades crónicas.
En este grupo, el 9,7 por ciento de las mujeres son de raza negra, mientras que el 5,7 por ciento son blancas. Entre los hombres blancos, la tasa es del 3,6 por ciento y del 2,3 por ciento entre los afrodescendientes.
Entre las enfermedades que más afectan a las personas de raza negra está la diabetes mellitus, que, según el estudio, afecta al 27,7 por ciento de esta población. Para los blancos, el porcentaje es del 16,6 por ciento y para los morenos, del 19,9 por ciento. Las cifras se refieren a 2008 y 2010.
La hipertensión tuvo una incidencia del 48,3 por ciento entre los afrodescendientes, del 37,1 por ciento entre los morenos y del 31,1 por ciento entre los blancos. La enfermedad renal crónica afectó al 11,1 por ciento de los participantes de raza negra, al 9,2 por ciento de los morenos y al 7,9 por ciento de los blancos.
El boletín Elsa, basado en la raza, afirma que las diferencias observadas son el resultado del racismo en la sociedad brasileña, que «determina experiencias de discriminación a lo largo de la vida, produciendo y manteniendo desigualdades socioeconómicas (como en la escolarización y la renta), la vivienda, el acceso a bienes y servicios».
La escolarización es uno de los factores que explicitan estas diferencias. Las mujeres blancas que participaron en la encuesta tienen un 68 por ciento de acceso a la enseñanza superior, mientras que para las participantes afrodescendientes, el porcentaje es del 30 por ciento, y para los hombres de la misma raza, del 23 por ciento.