La fascitis plantar es una inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos de los pies.
Normalmente, esta zona está diseñada para absorber la gran presión y esfuerzo que le exigimos a nuestros pies, pero demasiada presión daña o desgarra los tejidos. La respuesta natural del cuerpo es la inflamación, que resulta en dolor del talón y rigidez por fascitis plantar.
De acuerdo con la licenciada en Fisioterapia y Terapia Ocupacional, Andrea Benítez, comúnmente se siente un dolor punzante cuando se dan los primeros pasos en la mañana, pero luego de estar en movimiento este disminuye; aunque siempre reaparecer después de estar de pie por tiempos prolongados o al levantarse cuando se estado sentado mucho tiempo.
«El dolor puede ser en ambos pies o solamente en uno. Además, se puede sentir dolor cuando hay palpación en zona del talón y en la parte media del pie, incluso podría ser en la parte posterior de la pierna (pantorrilla). También al hacer flexión dorsal o el despegue de la punta del pie con el talón sobre el suelo puede desencadenar dolor», detalló la especialista.
Agregó que existen factores que pueden hacer más propenso el padecimiento: la edad, la debilidad o tensión en músculos de la pantorrilla, obesidad, arco muy pronunciado, alto de impacto por realizar carreras o bailes intensos sin usar un calzado adecuado.
«Este padecimiento prevalece en mujeres. En mi experiencia pacientes de 45 años en adelante suelen ser más propensos por el proceso de descalcificación, pérdida de densidad ósea, poca movilidad o sedentarismo», dijo.
Otros de los factores que se suman son las alteraciones en la forma de la marcha por pronación (pie gira hacia adentro) o supinación (pie gira hacia afuera), malas posturas al realizar algún tipo de ejercicio o actividad física y enfermedades reumáticas. También afecta el uso de zapatos con tacones altos.
Benítez expresó que el diagnóstico de la fascitis plantar se basa en realizar ciertas preguntas básicas y un examen físico donde se revisa si hay áreas de sensibilidad en el pie y la ubicación del dolor. Otras veces, se pueden tomar de radiografías para descartar otras patologías.
En cuanto al tratamiento, la especialista señaló que la fisioterapia ayuda a tratar síntomas como el dolor, mejora la movilidad y disminuye la inflamación. Además, ayuda a fortalecer zonas aledañas que podrían estar en desbalance.
«También se puede hacer el uso de agentes físicos como la crioterapia y termoterapia combinada que ayudará a mejorar la circulación, reducir inflamación y relajar la fascia; puede ser con el uso de compresas o bien con inmersiones de agua caliente y posteriormente fría. Un masaje con hielo puede ayudar a tratar la inflamación. El ultrasonido y las corrientes analgésicas son otras formas de tratar los síntomas», apuntó.
Dijo que con el ejercicio terapéutico se evalúa desde la cadera para descartar anormalidades que pueden estar causando acortamientos musculares, tensiones, inestabilidad o sobrecargas que provoquen la fascitis.
Si desea una consulta con la especialista Andrea Benítez la puede contactar al 7269-7102. La encuentra en Instagram como @andreb.fisio.
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Usted es más propenso a presentar fascitis plantar cuando:
- Tiene problemas con el arco del pie (pie plano).
- Corre largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
- Presenta obesidad o aumento de peso de manera repentina.
- Padece de tendón de Aquiles (el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla al talón).
- Usa zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
Factores de riesgo:
- Alteraciones en la forma de la marcha, con pronación o supinación.
- Malas posturas al realizar algún tipo de ejercicio o actividad física.
- Enfermedades reumáticas.
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ALGUNOS EJERCICIOS QUE AYUDAN CUANDO SE PADECE FASCITIS
1- Automasaje o masaje haciendo uso de una botella congelada.
2- Deslizamiento de la planta del pie sobre una pelota. Se puede hacer uso de diferentes pelotas con diferentes texturas.
3- Movilidad de los dedos durante algunos segundos y luego se reposa.
4- Arrastre de los dedos sobre una toalla.
5- Flexión dorsal del antepié. Puedes ayudarte con una toalla, una banda o con la mano.