La princesa Leonor de España, heredera al trono y futura jefa de las Fuerzas Armadas, empezará en septiembre tres años de instrucción militar, anunció este martes el gobierno.
El consejo de ministros aprobó «un Real Decreto por el que se regula la formación y la carrera militar de la Princesa de Asturias», anunció la portavoz del ejecutivo del socialista Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez, en la conferencia de prensa tras la reunión semanal del gabinete.
La hija de Felipe VI cumplirá en octubre 18 años, y la casa real entendió que ella, «igual que hizo su majestad el rey, e igual que se hace en otras monarquías parlamentarias, tiene que recibir una formación militar», explicó la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la misma conferencia de prensa.
Robles precisó que Leonor completará los estudios de secundaria que actualmente cursa en Gales, en el Reino Unido, y en septiembre iniciará un año de adiestramiento en el Ejército de Tierra, seguido de otro en la Armada y otro en la Fuerza Aérea.
«El curso 2023-2024 lo realizará en la Academia general militar de Zaragoza», en Aragón (noreste), «el curso 2024-2025 en la Armada, en la Escuela Naval en Marín», en Galicia (noroeste), y «el curso 2025-2026 lo realizará la Academia general del aire en San Javier», en Murcia (sureste), explicó la ministra de Defensa.
En «los últimos años estamos haciendo un esfuerzo muy importante de incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas», remarcó Robles, recordando que Leonor será la primera mujer en ostentar «el mando supremo» del Ejército.
De seguir el mismo itinerario formativo que su padre, Leonor estudiará también en una universidad española -él se licenció en derecho por la Universidad Complutense de Madrid-, y luego realizará un máster en el extranjero -su padre cursó uno de relaciones internacionales en la Universidad de Georgetown, en Washington.
En un comunicado, la Casa Real recordó que «en las monarquías parlamentarias europeas es una tradición ampliamente observada y compartida que los futuros Jefes de Estado desarrollen una carrera militar».
«Esta práctica», constató la Casa Real, «se fundamenta en que, en la mayoría de los casos y en los términos y con el alcance previstos y regulados en los distintos textos constitucionales, se les atribuye el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Así lo hace nuestra propia Constitución».
