«No recuerdo, la última vez que nos vino un paciente herido con arma blanca o heridas con arma de fuego, realmente ha habido una disminución en la atención de este tipo de paciente», así reaccionó el doctor Carlos García, coordinador de la Emergencia del Hospital Saldaña, ante la baja de casos de emergencias por violencia de las pandillas que vive El Salvador desde la implementación del Plan Control Territorial y guerra a las pandillas desde el 27 de marzo de este año.
El Hospital Nacional General de Neumología y Medicina Familiar Doctor José Antonio Saldaña, ubicado en Los Planes de Renderos, al sur de San Salvador, es uno de los centros hospitalarios que en las administraciones anteriores se vio desbordado por las víctimas de la violencia pandilleril y que con la sólida estrategia de seguridad del presidente Nayib Bukele, implementada desde junio de 2019, ha experimentado una histórica disminución de emergencias provocadas por las estructuras terroristas.
La población que atiende el referido nosocomio proviene de zonas rurales y urbanas de Los Planes de Renderos, Panchimalco, Rosario de Mora y San Marcos que en los gobiernos de ARENA y el FMLN estuvieron bajo el control de las estructuras de pandillas.
Con respecto a los casos atendidos en el hospital Saldaña, de acuerdo con las autoridades de Justicia y Seguridad Pública, un alto porcentaje de las lesiones eran cometidas en perjuicio de pandilleros y víctimas de estas agrupaciones, motivado por rencillas entre maras, negarse a la extorsión y problemas personales.
En la actualidad ese tipo de atenciones ha cambiado y el doctor García afirma que las emergencias que con más frecuencia recibe el Hospital Saldaña es por traumatología o múltiples golpes o lesiones ocurridas por accidente de tránsito, que buena parte procede de la carretera al Aeropuerto Internacional en Comalapa.
La disminución en atenciones de emergencias derivadas del accionar pandilleril se percibe a escala nacional y en declaraciones vertidas hace meses por el ministro de Salud, Francisco Alabí, reportó que es de más del 90 % la reducción de atenciones por hechos de violencia con arma de fuego o arma blanca a escala nacional.
«Más del 90 % de los costos relacionados a causa externa por lesiones por arma blanca o de fuego han disminuido. Esto es importante porque le permite al sistema de salud tener o redireccionar sus esfuerzos hacia otras situaciones de salud pública importantes», destacó Alabi, en esa oportunidad.
En ocasiones anteriores, el funcionario manifestó que esta reducción de atención de lesiones se traduce en un millonario ahorro en la prestación de servicios de salud, los cuales incluyen exámenes especializados, ambulancias, horas de trabajo del personal, gasto de insumos médicos (materiales, y tratamiento como las transfusiones sanguíneas), entre otros.