El Salvador avanzó cinco puestos en el índice mundial de innovación, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), gracias a la constante labor de las empresas salvadoreñas por generar procesos productivos más eficientes, novedosos y sostenibles, pero también como un efecto palpable del empuje del Gobierno del presidente Nayib Bukele por implementar herramientas tecnológicas que dinamizan todas las áreas de la economía nacional.
Las industrias salvadoreñas han invertido mucho tiempo, dinero y esfuerzo para ser competitivas y adoptar las herramientas tecnológicas de vanguardia que les permitan producir de la mejor manera.
«Los industriales nos caracterizamos por adaptarnos a los cambios y a buscar las formas de hacer las cosas. Somos disruptivos porque es parte vital de nuestro día a día. La capacidad de innovar es fundamental para el crecimiento y la sostenibilidad de las empresas», valoró este miércoles el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cáder.
Y, para demostrar la pujanza del sector privado en la actualidad, ahí están los datos del Banco Central de Reserva (BCR), que dan cuenta de que solo en 2022 el sector de la tecnología exportó $23.1 millones, en tanto que la informática y las comunicaciones generaron 19,185 empleos hasta diciembre pasado.
Desde Estados Unidos ha llegado un reconocimiento a la labor de innovación emprendida por el Gobierno del presidente Bukele. La subsecretaria del Departamento de Comercio Internacional, Marisa Lago, felicitó ayer al superintendente de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget), Manuel Aguilar, por los esfuerzos que hace el Gobierno para acceder a todo el potencial de la tecnología wifi, «la cual es un motor para la innovación, para aumentar la conectividad rural y regional, para fomentar la creación de empleos y el futuro de la economía digital», señaló la embajada estadounidense en la red social X.
Bajo la administración del presidente Bukele, el Gobierno ha lanzado un agresivo programa que lleva internet a las escuelas públicas a través del servicio satelital de Starlink, una empresa de Elon Musk que escogió a El Salvador para ser el primer país en Centroamérica en implementar el servicio.
Gracias a esta visión innovadora del Gobierno, las empresas tienen las herramientas que necesitan para ser competitivas, además de gozar con un Estado de derecho sólido y contar con la certeza jurídica necesaria para desarrollar sus actividades.