Para muchos las moscas son insectos mezquinos e indeseables; sin embargo, para Daniel representan un mundo de investigación. Él empezó a seguirle los pasos a estas especies desde que estudiaba Biología en la Universidad de El Salvador (UES), ahí desarrolló temas de investigación relacionados con la entomología forense, un área que las utiliza como pruebas científicas en sucesos legales.
Desde ahí descubrió que las moscas son muy importantes en esa disciplina, porque ayudan a esclarecer la escena del crimen y son un apoyo en las investigaciones técnicas.
«A través de las larvas y las moscas podemos identificar cuánto tiempo tiene de fallecido un cadáver, porque las moscas son las primeras en llegar a una escena así, después de ellas, empiezan a llegar escarabajos y otros organismos», expresó Girón.
Él ha realizado, al menos, cuatro investigaciones académicas sobre moscas y moscardones que llegan a los cadáveres, los cuales se acercan primero porque poseen un receptor de las sustancias que segregan los cadáveres.
Una razón que motivó a Daniel para conocer más sobre esta disciplina fue el contexto de violencia que vivía el país en ese momento; pues, según el especialista, buscó que sus investigaciones tuvieran un impacto en problemáticas sociales, como la violencia.
«Cuando seleccioné el tema de la investigación, fueron los años más delictivos y conflictivos del país. Hace seis o siete años. Me enteré que a través de los insectos podría ayudar en los procesos de investigación en la solución de crímenes; pues la entomología forense intenta extrapolar los datos que se consiguen en el laboratorio al análisis humano», señaló Girón.
Bajo ese contexto, también desarrolló un estudio para conocer cuáles eran los sitios más propicios en donde se cometen actos delictivos; y concluyó que la mayoría suceden en cafetales, porque tienen poca vigilancia y alta densidad vegetal.
Fue por eso que empezó a trabajar en simulaciones de entomología forense con las moscas en las áreas de los cafetales, para estudiar su comportamiento al llegar al cadáver. El joven espera compartir estos descubrimientos a grandes escalas, y aunque ya ha contactado a la Fiscalía en años anteriores, dicha herramienta de exploración aún no se utiliza en los métodos de investigaciones recientes.
Actualmente, se encuentra trabajando en una tabla de vida de las moscas, que reúne información detallada sobre cinco especies de este insecto, que seleccionó porque representan importancia forense.
El objetivo de la tabla es que futuros investigadores la utilicen al trabajar en campo, y que cuenten de forma accesible con los datos sobre las moscas que encuentren en sus inspecciones. Por el momento, la publicación de este último trabajo está programada para diciembre del presente año.