El Gobierno del presidente Nayib Bukele acumuló 514 días sin homicidios después que el pasado 24 de diciembre, la Policía Nacional Civil (PNC) no registró ningún asesinato a escala nacional.
El total de jornadas sin violencia homicida data desde junio de 2019, cuando la administración puso en marcha el Plan Control Territorial (PNC), la estrategia de seguridad que junto con el combate frontal a las pandillas ha provocado una drástica disminución de la violencia homicida en El Salvador.
Entre el 1 al 24 de diciembre, la PNC reporta 17 días sin asesinatos en todo el territorio nacional, y en lo que va del 2023 se totalizan 244 fechas en las que la población honrada no lamentado la muerte de un ser querido a manos de los remanentes de las estructuras terroristas.
«Un día más, sin homicidios, estamos cambiando el rumbo de nuestro país y cada día queda demostrado que vamos en la ruta correcta», reaccionó en la red X el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.
Los datos de la Policía revelan que el año 2023 perfila a convertirse en el periodo más seguro de la historia salvadoreña, según las autoridades cerrará con 2.4-2.7 homicidios por cada 100,000 habitantes. La tasa actual dista por mucho a la de 2021 (18.1 por cada 100,000 habitantes) cuando se comenzaron a percibir los resultados del PCT.
«La tasa de homicidios al 2021, teníamos ya como fruto del trabajo del Plan Control Territorial, cerramos con 18.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, ya a finales de 2022 y como fruto de ese efecto del régimen de excepción, cerramos con 7.8, y las proyecciones de lo que llevamos, casi sobre el mes 10 del año, es cerrar 2023 con una tasa del 2.4, obviamente la estadística ha venido oscilando entre el 2.3 y 2.5, pusimos la del centro como una proyección de cierre de esta tasa homicida», indicó recientemente el titular de Seguridad.
En la actualidad, la población desarrolla sus actividades con tranquilidad, sin el acoso de las pandillas que tuvieron un crecimiento exponencial con los gobiernos de ARENA y el FMLN y solo en 2015, cuando gobernaba el expresidente Salvador Sánchez Cerén, la tasa de asesinatos fue de 106 homicidios por cada 100,000 habitantes.