«O corno», de la directora española Jaione Camborda, se alzó este sábado con la Concha de Oro a la mejor película del Festival de cine de San Sebastián, mientras que la argentina «Puan» logró los premios a mejor guión y actor.
Segundo largometraje de Camborda, nacida en 1983 en la ciudad del norte de España que acoge el festival, «O corno» narra la historia de una mujer llamada María (interpretada por la bailarina Janet Novás).
María es una mariscadora que vive en un pueblo costero gallego en los años 1970 y ayuda a mujeres a parir, pero también a interrumpir el embarazo, hasta que algo sale mal y tiene que emprender una huida desesperada.
«Es muy especial para mí recibir este premio aquí, en esta ciudad que me vio crecer y junto a tanta gente querida», dijo Camborda.
Doblete de la comedia argentina «Puan»
Por su parte, el argentino Marcelo Subiotto compartió ex aequo la Concha de Plata a la mejor actuación con el japonés Tatsuya Fuji («Great Absence»).
Dirigido por los realizadores María Alché y Benjamín Naishtat, Subiotto encarna en «Puan» a Marcelo Pena, un profesor universitario de filosofía torpe y anodino que opta a una cátedra y al que le sale un competidor de altura, elegante y carismático, interpretado por Leonardo Sbaraglia.
«Gracias al festival de San Sebastián por honrar mi trabajo con semejante distinción, gracias a su público por haber recibido nuestra película con una actitud tan cálida y amorosa», afirmó Alché en nombre de Subiotto, que no estuvo en la gala por encontrarse filmando.
Además, «Puan» logró el premio al mejor guión, firmado por los propios Alché y Naishtat.
La última Concha de Plata, a la mejor dirección, fue para las taiwanesas Tzu-Hui Peng y Ping-Wen Wang, por «Chun Xing» («Un viaje en primavera»).
Por su parte, el premio Horizontes a la mejor película de la sección latinoamericana del festival Horizontes Latinos, recayó en «Un castillo», del argentino Martín Benchimol.
Documental y primer largometraje en solitario de Benchimol, la película narra la herencia concedida a una humilde trabajadora por su empleadora, un castillo en las pampas argentinas.
«El cine es esto, mirarnos, encontrarnos, ponernos en la piel del otro, tanto cuando hacemos la película, como cuando la vemos y podemos acceder a lo que siente otra persona, y esa magia del cine hay que seguir celebrándola», explicó Benchimol al recoger su premio.
Un festival condicionado por la huelga
Finalmente, el premio del público fue para «La sociedad de la nieve», la película del director español Juan Antonio Bayona que vuelve sobre la milagrosa historia real de supervivencia de un grupo de uruguayos cuyo avión se estrelló en los Andes en 1972.
La huelga de actores y guionistas de Hollywood condicionó la programación del certamen de la ciudad del norte de España, pero no faltaron estrellas queridas por los aficionados, como Juliette Binoche, Jessica Chastain, Madds Mikelsen o Gabriel Byrne.
En cambio, se hizo manifiesta la ausencia del español Javier Bardem, que por respeto al paro no vino a recoger su Premio Donostia, aunque su rostro siguió adornando el cartel oficial omnipresente en San Sebastián, y se le entregará el año que viene.
Sí recogieron sus premios honoríficos el director español Víctor Erice, de 83 años, que creció en esta ciudad, y el de animación japonés Hayao Miyazaki, de 82, quien lo recibió desde su país, dos figuras legendarias del séptimo arte.
Aquí estoy recibiendo un premio «con todo el agradecimiento del que soy capaz», porque «tiene como divisa el nombre de la ciudad a la que llegué con unos meses de vida», explicó Erice, que nació en un pequeño pueblo vasco antes de mudarse a San Sebastián.
Las secciones paralelas ganaron peso y algunas de sus obras despertaron gran interés, como la excelente e hilarante serie gastronómica argentina «Nada», que competía en la de cine culinario, o el documental sobre el músico español C. Tangana «Esta ambición desmedida», que congregó a 3.000 personas en su pase al público.
En esa línea, la gran polémica del festival la protagonizó la entrevista/documental del antiguo dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, a cargo del periodista español Jordi Évole, por una carta firmada por más de 500 personalidades, entre ellas víctimas de la organización vasca, repudiando su programación.