El líder pandillero haitiano Jimmy, alias «Barbecue», Cherizier, en representación de su coalición de bandas conocida como Viv Ansanm, proclamó que no reconocerá a ningún gobierno que se establezca del acuerdo de la reunión de la Comunidad del Caribe (Caricom), la cual se realizó esta semana en Jamaica, con los líderes invitados de Estados Unidos, Canadá, Francia y Naciones Unidas.
«Viv Ansanm no reconocerá a ningún Gobierno resultante de estas reuniones», afirmó Cherizier, por medio de un video, luego de conocerse también la renuncia del primer ministro Ariel Henry, según medios internacionales.
«Es responsabilidad del pueblo haitiano elegir a los líderes que gobernará el país», agregó.
Aunque el expolicía llamó a la unidad, aseguró que si las demandas de la población más vulnerable no son cumplidas, las autoridades se expondrá a una guerra civil.
Su historia criminal
Cherizier es uno de los oponentes más influyentes en Haití, además, creó la banda Familia G9, una federación criminal de nueve poderosas pandillas en Puerto Príncipe, indican los registros de la fundación InSight Crime.
En noviembre de 2017, cuando todavía era policía, participó en una supuesta operación anti pandillas que condujo a la ejecución extrajudicial de al menos nueve civiles inocentes en el barrio de Grand Ravine de Puerto Príncipe. Un año después, supuestamente dirigió un grupo de siete pandillas en una masacre en el barrio de La Saline de la capital. Los testigos informaron que lo vieron hablando con el exfuncionario del Gobierno Joseph Pierre Richard y otros líderes de pandillas durante el ataque.
La Saline fue la peor masacre perpetrada en Haití en más de una década, con al menos 71 personas asesinadas. Tras estos crímenes, fue despedido de la policía en diciembre de 2018 y se emitió una orden de arresto en su contra.
Cherizier evadió la captura y participó en un ataque de cuatro días en el barrio Bel-Air de Puerto Príncipe en noviembre de 2019. El líder y miembros de cuatro pandillas incendiaron casas y mataron al menos a 24 personas.
Expuestos a la hambruna
La operación de las bandas dificultan la distribución de alimentos en un país donde cerca de 1,4 millones de personas se encuentra al paso de hambre crónica.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) teme que las operaciones humanitarias se paralicen, ya que la inseguridad limita el acceso a las comunidades y las donaciones financieras se agotan.
El director de la PMA en Haití, Jean-Martin Bauer, aseguró que el país depende del 50 % de las importaciones de alimentos y que el coste para obtener una canasta básica está subiendo. «Las encuestas que hemos hecho muestran que los ingresos de los hogares están bajando, porque la gente no puede ir a trabajar, la gente se está resguardando», señaló.