La gritadera de los niños jugando en la calle y entre pasajes y las reuniones familiares afuera de sus humildes viviendas todas las noches fue parte de la cotidianidad de los habitantes de Los Angelitos II, de Nejapa durante muchos años.
Sin embargo, toda esa convivencia en ese «acogedor lugar para vivir» fue borrado en cuestión de minutos la noche del 29 de octubre por un alud de rocas, lodo y árboles que acabó con la vida de 10 de sus habitantes y dañó la mayoría de casas de la comunidad que tenía más de 100 años de fundación.
William Alfredo Mercedes Muñoz, de 26 años, vive en la zona alta de Los Angelitos. Relata que antes del desastre se acostumbró a convivir con el bullicio de los niños y adultos cuando regresaba de su trabajo. Ahora cuenta que le da tristeza pasar por el lugar pues todo está desolado, oscuro, lleno de escombros y no tiene a quien silbarle para avisar que ya va rumbo a su casa después de su jornada laboral. La sobrina de William, Dinora Guadalupe Muñoz de Chiliseo murió en el deslave y su hermana tuvo que ser evacuada del lugar por ser zona de alto riesgo.

La última plática
El muchacho manifiesta que tiene bien presente la última plática que tuvo con Dinora horas antes del desastre, cuenta que después de silbarle ella salió al balcón de su casa y entre una carcajada le dijo «¡venís tarde porque te quedaste haciendo horas extras va! A saber qué te quedaste haciendo pecador. Dios te va a castigar». Tras esas palabras ambos sonrieron y se despidieron. «Ella era muy bromista y nunca pensé que esa iba a ser la última vez que la vería y me molestaría», expresa entre lágrimas.
Mercedes Muñoz dice que vivir en Los Angelitos era «chévere» porque la comunidad se caracterizaba por ser muy cristiana, unida, colaboradora, servicial, además todos compartían lo poco que tenían a pesar de ser de escasos recursos. Antes del desastre, Los Angelitos tenía una pequeña tienda, y lo que nunca falta en esos ambientes: una costurera, un peluquero, un mecánico y buena parte de sus lugareños se dedicaban a la agricultura.
El alcalde de Nejapa, Adolfo Barrios expresa que en el archivo municipal no hay fecha de fundación de Los Angelitos II, solo detalla que hay registro que antes de ser habitado era una calle vecinal que bordeaba las propiedades y cañales de la zona.
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Miguel Ángel Erroa, de 61 años asegura que la comunidad tiene más de 100 años de existencia pues recuerda que sus bisabuelos llegaron a ese lugar, luego quedó su abuela, después su madre y finalmente él y sus hijos; quienes la semana pasada tuvieron que abandonar el caserío pues lo perdieron todo y las autoridades declararon la zona como inhabitable.
Erroa nació, creció y se desarrolló en Los Angelitos y asegura que dejar ese lugar lo llena de tristeza pues ahí ha pasado toda la vida, «yo aquí hice toda mi vida, aquí conocí a mi esposa Lucía y también aquí me la arrebató la lluvia, también aquí nacieron todos mis hijos y los nietos que tengo. Ni modo nos vamos a tener que mover para salvar nuestras vidas y si queremos vivir un poco más», comenta el señor.
Ahora las familias Mercedes Muñoz, Barrios Muñoz, Chiliseo Muñoz, Erroa Crisóstomo, Barrios, Torres se vieron obligados a dejar el lugar y están a la espera que el Ministerio de Vivienda los reubique en otro sector, ellos confían en que les darán las viviendas prometidas.

Un escape para recordar
A paso presuroso, Petrona Pérez Torres, de 87 años, camina a la que hasta el jueves 29 de octubre fue su casa. Comenta que se escapó un rato del albergue para buscar unas cosas en su vivienda.
Para Tonita, como la llaman, hablar de su caserío la llena de lágrimas porque fue el lugar en el que vivió toda su vida. Ella afirma que la vida en el sector era tranquila, bonita y hasta era «afamado» por la unidad de los lugareños.
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Tonita recuerda como Los Angelitos se estaba desarrollando poco a poco, pues relata que en un principio las casas eran de madera y lámina, luego de bahareque y en estos últimos años ya hasta había viviendas de sistema mixto.
«Esto ha sido muy duro, da compasión ver esas casas destruidas, todos los que murieron. Antes salíamos para donde quiera, regresábamos y aquí todo tranquilo. Hemos nacido y nos hemos criado y ahora da, no sé qué, irnos, dejar tu vivienda… A mi casi no me da sueño ni hambre cuando recuerdo esas cosas que han pasado es muy duro», cuenta la octogenaria.
Intentaron reubicarlos
El edil de Nejapa, Adolfo Barrios detalla que hace un año intentaron reubicar a todas las familias de El Chorizo, otra de las zonas afectadas. Pero el plan no prosperó debido a que no todas las familias estuvieron de acuerdo.
En El Chorizo vivía Esperanza Barrios y Miguel Ángel Maldonado, quienes murieron tras ser arrastrados por la corriente.
«Siempre desde la alcaldía municipal se ha contado con la voluntad de reubicación después de haber formulado los planes de ordenamiento municipal y de desarrollo. Hay muchas empresas que han comprado propiedades, las que están abajo del bypass y hay casas de habitantes que están en el margen de la quebrada. Hace un año retome la gestión de buscar un acuerdo con la empresa, pero no todos los habitantes estuvieron de acuerdo con los planes de reubicación», dice el alcalde.
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Los residentes le piden al alcalde Barrios que haga más profunda la quebrada y que refuerce o renueve los tres puentes que están en la zona. Pero ahora todo es incierto, sin griteríos de niños y sin las reuniones de los vecinos, sin tener claro a dónde irán los golpeados habitantes de Los Angelitos.
Víctimas de Los Angelitos II
-Lucía Sánchez de Erroa, 55 años
-Sandro Vladimir Erroa Sánchez, 17 años
-Mauricio Erroa, 7 meses
-Maximiliano Barrios, 75 años
-Héctor Alonso Chiliseo Aguilar
-Dinora Guadalupe Muñoz de Chiliseo
-Valeria Yamileth Chiliseo Muñoz, de 7 años
-Esperanza Barrios, 56 años
-Jeremías Bonilla, 23 años
-Miguel Ángel Maldonado, 58 años (desaparecido)
