En la campaña electoral, los políticos tradicionales han hecho una costumbre el mentir descaradamente a los ciudadanos, ofreciendo cosas que no solo saben que no son capaces de cumplir, sino que, además, están fuera de sus áreas de acción.
De esa forma, en la campaña actual vemos que hay candidatos a diputados que ofrecen acceso a agua potable y a vivienda digna. No lo hacen porque crean que van a tener la oportunidad de servirle de manera excepcional al pueblo, sino que lo hacen a sabiendas de que no tienen ninguna posibilidad de cumplir esas promesas. En primer lugar, el servicio del acceso al agua lo brinda una autónoma que está fuera del alcance del Órgano Legislativo, y el caso de la vivienda corresponde al Ejecutivo.
En segundo lugar, la oposición tuvo el poder durante décadas y jamás movió un dedo para mejorar las condiciones de vida de los salvadoreños. Al contrario, cuando tuvo mayorías las utilizó para perjudicar al pueblo, como sucedió con la privatización de la banca, dolarización y aumento de impuestos, como el IVA, el primer gran acuerdo legislativo entre ARENA y comandantes guerrilleros.
En todo caso, los ciudadanos tienen claro la falsedad de los cuentos de la oposición. Y, para desgracia de ellos, la base que tienen para comparar es la efectividad del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
En cada campaña electoral, los viejos partidos tradicionales ofrecieron acabar con la inseguridad y la violencia, pero lo que sucedió fue un fenómeno contrario, con más asesinatos y extorsiones, además de los acuerdos entre los políticos y las maras.
Ha sido el presidente Bukele el que ha logrado la desarticulación de las pandillas y traído la seguridad y tranquilidad a El Salvador. Gracias a ello, más turistas deciden visitar el país, lo que ha dinamizado la economía y mejora las perspectivas futuras.
Mientras que la oposición recurre a cuentos y a mentiras para engañar a los votantes, el presidente Bukele se enfoca en continuar trabajando para seguir cosechando éxitos en sus planes de Gobierno.
En seguridad, de hecho, la oposición no solo le ha mentido a la población durante décadas, sino que en la Asamblea Legislativa ha votado en contra de la guerra contra las pandillas, no solo bloqueando el financiamiento para fortalecer a la Policía y a la Fuerza Armada, sino votando en contra del régimen de excepción y las reformas penales.