Centenas de millones de musulmanes en el mundo comienzan este martes el Ramadán, el tradicional mes de ayuno, bajo la sombra del coronavirus que obliga a suspender o abreviar las celebraciones por el temor al contagio.
Europa, el continente más golpeado por la pandemia, superó el millón de muertes desde el inicio de la crisis sanitaria, mientras que el sur de Asia registra récords de contaminaciones, en especial India, país de más de 1.300 millones de habitantes.
La vacunación se ha convertido en la única esperanza para poblaciones hartas de restricciones. India autorizó este martes la utilización de la vacuna rusa Sputnik V., al día siguiente de que este país registrara 161.000 contagios adicionales, superando por séptimo jornada consecutiva la barrera de los 100.000 nuevos casos diarios.
El número total de personas que han muerto en todo el mundo a causa del covid-19 se acerca imparablemente a los 3 millones, según un balance de la AFP basado en fuentes oficiales.
En este contexto, la Organización mundial de la salud (OMS) ha advertido que la pandemia de covid-19 entró en una fase «crítica» con las infecciones disparándose pese a las restricciones y las campañas de vacunación.
Ayuno en plena pandemia
Desde Indonesia hasta Egipto, millones de musulmanes inician el ayuno sagrado del Ramadán, uno de los cinco pilares del islam. La pandemia impone sin embargo restricciones, que varían de país a país.
En Yakarta, la renovada mezquita Istiqlal –la mayor del sudeste asiático– acogió a los fieles por primer vez el lunes por la noche tras más de un año de cierre debido al coronavirus.
Mohamad Fathi, residente en la capital indonesia, afirma a la AFP que este año el Ramadán es más feliz que el de 2020, cuando no se permitió a los fieles participar en las oraciones de la tarde del ‘tarawih’
«El año pasado fue muy triste que no se nos permitiera ir a la mezquita para el rezo del tarawih» afirma.
«Pero este año estoy tan feliz de que podamos ir a orar a la mezquita, aunque sea bajo estrictas medidas de control sanitario» explica.
El gobierno de Indonesia –la mayor nación de mayoria musulmana — ha impuesto límites al aforo de las mezquitas, que solo podrán acoger al 50 por ciento de su capacidad total. Además los fieles deben portar mascarillas y traer sus propias alfombras de oración.
Muchas regiones indonesias han prohibido las reuniones habituales en las rupturas de ayuno, y los líderes religiosos alientan a la gente a orar en sus casas en las zonas donde mayor es la contaminación del virus.
Peregrinos inmunizados
Arabia Saudita, uno de los países con el mayor número de lugares santos del islam, anunció que solamente la gente inmunizada contra el Covid-19 podrá participar en la umrah, la pequeña peregrinación a La Meca, a partir del inicio del Ramadán.
En Egipto, las restricciones son mucho menos estrictas que el año pasado, y la gente pudo celebrar en las calles el inicio del mes de ayuno.
En Pakistán, donde el ayuno empieza solamente el miércoles, la tercera ola del coronavirus se ha revelado hasta ahora las más mortífera. El gobierno ha urgido a las mezquitas que únicamente acojan a fieles en zonas abiertas, y que hagan respetar estrictamente la distancia social.
En Brasil, que suma 353.000 fallecimientos, la mayoría de las personas ingresadas en cuidados intensivos tienen menos de 40 años, reveló un estudio de la Asociación Brasileña de Cuidados Intensivos (AMIB).
En Europa, entretanto, el gobierno de la canciller alemana Angela Merkel prevé endurecer este martes la ley de protección contra las infecciones, lo cual le otorgará más poder frente a las regiones del país en la lucha contra la pandemia tras los fracasos de las últimas semanas.
En fin, varias organizaciones internacionales, entre ellas la OMS, pidieron este martes la suspensión en el mundo entero de la venta de mamíferos salvajes vivos en los mercados de víveres, a raíz de los importantes riesgos de transmisión al hombre de nuevas enfermedades infecciosas.
La transmisión al hombre del virus del covid-19 por esa vía es una de las hipótesis preponderantes de los expertos que trabajan para la OMS.
En su reciente informe sobre los orígenes de la enfermedad, destacaron que un mercado de Wuhan -la metrópolis china donde se registraron los primeros casos- parece haber sido uno de los puntos más importantes de difusión de la pandemia a finales de 2019.