La vida de Jennifer Hernández, de 20 años, desde muy temprana edad fue un entrar y salir de los hospitales de la red nacional donde recibe un tratamiento para su padecimiento, lupus, una enfermedad muy agresiva que afecta su salud física como emocional; pero, gracias a una vida saludable, la constancia en sus controles médicos y el apoyo de su familia, logra sobrellevar ese mal.
El lupus es una enfermedad autoinmune, lo que significa una falla en el sistema inmunológico, que normalmente se encarga de proteger el organismo de sustancias dañinas como los virus y bacterias a través de proteínas conocidas como anticuerpos.
En el caso de las personas que tienen enfermedades autoinmunes, los anticuerpos, «por diversas alteraciones dadas por el ambiente o factores genéticos pueden llegar a confundirse y atacar a los células y tejidos sanos del cuerpo», según explicó el jefe de Reumatología del Hospital de Especialidades del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Dennis René Flores.
Sus síntomas pueden ser muy inespecíficos pero los más comunes son una sensación generalizada de malestar, agotamiento, cansancio, dolor de cabeza, pérdida de apetito y de peso, caída del pelo, úlceras en la boca.
El lupus se clasifica en cuatro subtipos. El más común es el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) «con una prevalencia de entre 70 y el 75 % que puede atacar las articulaciones, afectar componentes sanguíneos, como anemias, y también puede atacar otros órganos como los riñones, que es una de las principales manifestaciones con las que hay que correr para poder tratarla, el corazón, el cerebro, convulsiones y atacar la piel», detalló Flores.
Este tipo de lupus le fue diagnosticado a Hernández cuando tenía ocho años, pero desde los 2 años presentó las primeras manifestaciones, cuando padeció de los riñones una enfermedad por la que debió ser internada en múltiples ocasiones en el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom.
En ese momento, los doctores no sabían que tenía lupus y fue hasta cuando tenía siete años que «un día amaneció de la nada con una rodilla inflamada y la llevé a donde la doctora, la nefróloga que la veía, porque pensé que era otra recaída de los riñones y ella ordenó una lista de exámenes; pero dijo que no tenía nada en los riñones. Entonces, nos mandó para la casa, con medicinas para la inflamación y el dolor», relata Marta Quiñónez, madre de Jennifer.
Durante ese año, los dolores articulares fueron aumentando y afectando otras partes de su cuerpo como codos, manos y la cadera, por lo que empezaba a tener serias complicaciones para caminar.
Cada vez que llevaban a Jennifer al doctor y no encontraban nada en los exámenes la enviaban de regreso a casa y solo recomendaban que le pusieran hielo.
«Yo cada vez la veía peor y no soportaba verla tan mal que no podía caminar. Había que bañarla sentada con mucho cuidado, peinarla porque no podía levantar los brazos, porque no aguantaba ni que la tocara. Entonces, me desesperé tanto que me la llevé a una clínica privada donde me la refirieron con un reumatólogo privado, el doctor Alegría. Buenísimo el señor y gracias a Dios que solo una consulta le pagamos porque él me dijo que me la vería en el Bloom para que no gastara y le dejó otros exámenes que antes no le hicieron», agregó la madre.
El médico pensó, en un principio, que Jenni -como le dicen a la joven- tenía artritis juvenil con fiebre reumatoidea. Solo con los exámenes correctos descubrió que lo que padecía era lupus sistémico y empezó el tratamiento.
Actualmente, Jenni continúa sus controles en el Hospital Rosales donde le han detectado un quiste en el cerebro y aparentemente un tumor en el útero, condiciones que no la han limitado para continuar con su vida y actualmente se enfoca en la preparación de postres para venderlos y ayudar a sus padres.
El lupus lo padecen tanto hombres como mujeres, pero por cada 5 casos diagnosticados 4 son mujeres. Aunque no existe una explicación para esta relación «se cree que los estrógenos están implicados en esto, por eso es que se recomienda a las pacientes con lupus no utilizar anticonceptivos con estrógenos», señaló el doctor Flores.
Normalmente, esta enfermedad se presenta en la edad reproductiva, de los 16 a los 32 años, aunque también existe un pequeño porcentaje que se llama lupus tardío, que aparece arriba de los 50 años.
En el 2021, el Seguro Social atendió 6,900 consultas en el hospital de Especialidades de las cuales, el lupus fue la cuarta causa. En cuanto a los ingresos, el 70 % se debe a infecciones.
Cada 10 de mayo se conmemora el Día Internacional del Lupus, cuando se hacen campañas para visibilizar y hacer conciencia de esta compleja enfermedad.
Otros tipos de Lupus
Lupus Eritematoso Sistémico (LES): es el más común y puede provocar dolores articulares, artritis, atacar riñones, corazón, cerebro, sistema nervioso, piel y ojos.
Lupus cutáneo: es el que ataca la piel, este a su vez se subdivide en tres tipos según su intensidad que pueden ser agudo, subagudo y crónico.
Lupus neonatal: en un pequeño porcentaje, aparece en recién nacidos de una madre que tiene lupus, quien le pasa sus anticuerpos al bebé y este puede presentar algunos síntomas pero que en la mayoría de casos desaparecen con el tiempo.
Lupus medicamentoso: se genera cuando existen unos medicamentos que pueden dar sintomatología de lupus.
Algunos cuidados que deben tener los pacientes diagnosticados con este mal
- Evitar la exposición al sol y utilizar protector solar con un factor de protección arriba del 50 %.
- Aunque no hay alimentos prohibidos se recomienda una alimentación balanceada.
- Realizar ejercicios.
- Rodearse de un ambiente amigable o evitar el estrés ya que es un desencadenante de las crisis.
- Evitar los anticonceptivos a base de estrógenos.