Las fotos de «pin-up» y las bromas de mal gusto fueron habituales durante años en las salas de operaciones bursátiles. Pero el mundo de las finanzas se ha abierto poco a poco a las mujeres, un cambio simbolizado por la llegada de Jane Fraser al frente del banco Citigroup, el lunes.
Su ascenso a la jefatura de una de las empresas más importantes de Wall Street «es una etapa simbólica», celebra Lorraine Hariton, directora de Catalyst, una organización que trabaja para promover el papel de las mujeres en el mundo laboral. «Pero aún queda un largo camino por recorrer», añadió.
Las cifras le dan la razón. En 2019, las mujeres representaban más del 50 % de los asalariados del sector de los servicios financieros en Estados Unidos, pero solo el 22 % de los directivos –dejando a un lado los puestos más altos–, según un informe de la consultora Deloitte. Según la tendencia actual, esta cifra solo alcanzaría el 31 % en 2030.
En 2020, los analistas financieros hombres ganaron en promedio un 17 % más que sus homólogas mujeres.
Las mujeres tienen que trabajar más duro que los hombres y ser irreprochables para ascender, contaron varias de ellas a la AFP.
Los empleos más prestigiosos y más lucrativos, como los banqueros de inversión y los operadores por cuenta propia, siguen siendo un territorio de hombres blancos.
«Por cada Jane Fraser hay cientos, miles de mujeres que tienen las competencias necesarias», señaló Muriel Wilkins, de la consultora para gerentes Paravis Partner. «Pero ¿acaso se les da la oportunidad de avanzar?», se preguntó. ¿Las cosas empiezan a cambiar?
FORMACIÓN
Para permear en la fortaleza de la gestión de carteras, un ámbito casi exclusivamente masculino, la organización Girls who Invest (chicas que invierten), fundada en 2015, se fijó como objetivo lograr que 30 % del dinero invertido en el mundo en 2030 sea gestionado por mujeres.
Según la asociación, estas solo representan el 6 % de los directivos en las compañías de capital riesgo y el 3 % en los fondos especulativos.
La organización quiere demostrar que, pese a la creencia popular, las mujeres sí sienten interés por el sector financiero y que basta con ir a buscarlas.
Girls who Invest recorre los campus universitarios para reclutar a estudiantes, formarlas y proponerles prácticas en empresas.
«El sector cambió mucho en los últimos cinco años», afirmó la directora de la organización, Katherine Jollon Colsher. «Cada vez más empresas cuentan con un 50 % de mujeres entre sus nuevas contrataciones y tratan de conservar ese porcentaje en los niveles más altos», dijo.
«Medir los progresos y obligar a los directivos a rendir cuentas es un elemento primordial en la promoción de las mujeres», consideró Lorraine Hariton, de Catalyst.
Michael Corbat, el predecesor de Jane Fraser en Citigroup, fue uno de los primeros del sector en publicar las estadísticas sobre la diversidad en su empresa.
También es clave, según Hariton, que las compañías creen medidas de apoyo, ya sean programas de padrinazgo o de licencias por maternidad.