El Parque Arqueológico Joya de Cerén es sin duda un lugar lleno de historia. Tras las diferentes estructuras que ya estaban a exposición del público, en mayo de 2019 se encontraron nuevas, además de seis vasijas de cerámica con semillas carbonizadas, tres mazorcas de maíz, una olla, abundante obsidiana y huesos de animales.
Diferentes estructuras aún se encuentran en forma de montículos protegidos con construcciones especiales que permitirán en el futuro ser investigados a profundidad.
Otro hallazgo importante es que el terreno donde se ubica Joya de Cerén fue habitado por un tiempo prolongado, ya que se ha identificado la remoción de suelos para nivelación.
En total se han descubierto 10 estructuras: casas, un edificio donde practicaba una chamana (adivinadora), un temazcal o baño sauna, una cocina, bodegas, un edificio cívico donde se reunían los líderes de la comunidad y un edificio donde se guardaban objetos y se preparaban alimentos que se servían durante ceremonias y otras festividades.
El proyecto «Construcción de Obras de Protección y Mejoramiento» aún se encuentra en desarrollo, el cual tiene por objetivo la creación de diversas cubiertas metálicas para los complejos uno, dos y tres, y así proteger las estructuras descubiertas y existentes.
De igual manera, los equipos especializados trabajan en la rehabilitación del museo, actualización de la señalética y del sendero interpretativo (el cual estará en español, francés e inglés), al tiempo que se estabilizan taludes de ceniza.
Una aldea bajo las cenizas
En las estructuras se puede observar diferentes capas de ceniza que soterraron las comunidades indígenas desde el periodo que data del año 10 a. C.
Al mirar detenidamente se puede apreciar cinco capas de diferente color y consistencia. La última pertenece a la erupción del volcán Caldera (en Coatepeque), la cuarta (en el periodo Clásico) a la erupción del Caldera de Ilopango, la capa del centro y de mayor grosor a la Loma Caldera, la segunda a una leve ceniza de El Boquerón y la última es de la erupción del volcán Playón que sepultó el asentamiento original del pueblo de Nejapa.
El temezcal
Era un espacio ceremonial dentro de la comunidad, construido con paredes de tierra apisonada, domo de bajareque y, probablemente, un techo cubierto de zacate.
En la parte de arriba tenía un agujero que era para que saliera el humo. Su entrada es bastante estrecha y dentro de él se encontraba una banca de descanso. Se cree que este lugar era utilizado para purificación.
Fuera del área protegida de las estructuras se encuentra una réplica del temazcal, al cual se puede ingresar y observar cómo era por dentro.
La casa de la chamana
Esta estructura está ligada a las actividades de adivinación. Durante las investigaciones se encontraron diversos objetos como caracoles marinos, los cuales se utilizaban para la realización de collares. También se encontraron minerales, ornamentos de venado, figurillas, 16 vasijas y malacates.
La arquitectura de este lugar posee características peculiares como paredes delgadas, elementos decorativos como celosías de bajareque en las ventanas, nichos y paredes pintadas de rojo y blanco. En cuanto a su ubicación, estaba en la parte más alta del sitio y muy cerca del río.
La vida familiar
Según investigaciones, cada grupo familiar poseía su espacio físico donde desarrollaban diferentes actividades como: comer, dormir, crecer, procrear, cocinar y trabajar. El espacio estaba compuesto por cinco estructuras: una casa de habitación, bodega, cocina, casa de festividades comunales y el edificio de una chamana.
El espacio que utilizaban para cultivo ha sido posible ser identificado por el análisis de la evidencia de restos orgánicos, algunos de estos son: ayote, frijol luna, aguacate, jocote, achiote, yuca, cacao y maíz.
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DATOS DEL LUGAR
Joya de Cerén se encuentra al sur del actual caserío con el mismo nombre, en el municipio de San Juan Opico, La Libertad.
En 1993, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por ser el único sitio arqueológico en El Salvador con evidencias de vida cotidiana de los habitantes de Mesoamérica de hace de 1,600 años.
Dentro del parque arqueológico se encuentra un museo donde se han conservado materiales y útiles domésticos hallados en las excavaciones.
En 2017, el Comité Bilateral de Canje de Deuda Franco – Salvadoreña aprueba $900 mil para obras de protección y mejoramiento del parque.
En 2018 comienzan las acciones de mitigación, conservación, investigación arqueológica y demás renovaciones.