Conocer el clima y las condiciones del tiempo en un país es parte importante de la información utilitaria que debe conocer cotidianamente. Con ello, podemos tener una noción de qué esperar en cuanto al clima en el país, preparándonos para diferentes situaciones que podrían presentarse a lo largo del día.
Dentro de dicha información se destaca las condiciones del tiempo, ideal para conocer si lloverá o si se tendrá un clima con demasiado calor o con presencia de vientos, entre otras situaciones. En ese aspecto surge también un aspecto importante que se vuelve útil conocer: los puntos de calor dentro de un territorio.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) señala que los puntos de calor son lugares de un determinado territorio (o país) donde la temperatura presenta una variación con respecto al resto del entorno, en este caso, con mayor presencia de calor y temperaturas un poco más elevadas.
Para conocerlos, en el caso de El Salvador, la institución ambiental se vale de la información proporcionada por imágenes captadas a través de los sensores térmicos que poseen los satélites de la NASA que orbitan la Tierra, los cuales registran estas concentraciones de calor periódicamente a lo largo del día.
Dichos puntos, al ser ubicados, permiten conocer en qué lugares podría existir un indicativo de incendio o la presencia de una variante en el entorno que emita mayor cantidad de calor, como una fábrica, una quema agrícola o un posible volcán activo, entre otros, por lo que se vuelve importante su detección a lo largo del día.
«Los satélites localizan los lugares con cualquier fuente que emita radiación infrarroja en el territorio. Esto puede ser indicativo de un posible incendio; pero, también, una chimenea, una fábrica, una quema agrícola o un volcán activo, se muestran como puntos de calor», explica la institución.
«Estas imágenes llegan a nuestro Observatorio de Amenazas, donde se filtra la información y se procesa por medio del mapa de puntos de calor. Cada punto rojo señalado en el mapa representa un área aproximada de un kilómetro cuadrado (alrededor de unas 100 hectáreas en superficie)», agrega el MARN.
Si bien Medio Ambiente señala que estos puntos no son necesariamente una probabilidad total de incendio, sirven para determinar puntos donde se ha producido un aumento en la temperatura, lo que permite investigar la zona y determinar la posible causa.
«Este mapa es una herramienta para el monitoreo por la posibilidad de incendios forestales, en un trabajo articulado en los territorios con nuestra Red de Observadores y otras instituciones y actores locales relacionados con el tema», explicó Medio Ambiente.
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