Con una recepción de $675 millones en concepto de remesas en agosto de 2023, El Salvador suma siete meses en que la recepción de este concepto de divisas se encuentra por encima de los $600 millones y muestra una racha sostenida.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) indican que enero de 2023 fue el único mes registrado por debajo de esa brecha con $593.8 millones; mientras que en febrero alcanzó los $606.3 millones; en marzo los $712 millones; en abril los $665.6 millones; en mayo obtuvo la recepción más alta de $753.2 millones; en junio sumó $688.3 millones; julio $691.2 millones; y en agosto $675 millones.
Según los datos del BCR, el acumulado en los primeros ocho meses del año totalizó $5,386 millones, un 5.6 % por encima de lo registrado en el mismo período de 2022 cuando se reportaron $5,116.5 millones.
El banco estatal también reportó que la suma promedio mensual que recibieron las familias hasta agosto fue de $315 y que el departamento con mayores entradas fue San Salvador con $1,106.3 millones; seguido por San Miguel con $425 millones, Usulután con $400 millones, y La Unión con $391.8 millones.
Las métricas también indican que en el período referido fueron realizadas 16.6 millones de operaciones, lo que implica un crecimiento del 4.7 % con respecto al año pasado cuando se registraban 15.9 millones.
Los datos del BCR detallan que, del total de operaciones, el 59.7 % se ejecutaron a través de empresas remesadoras, el 36.4 % mediante instituciones bancarias, el 2.5 % en efectivo o bolsillo, el 1.1 % en billeteras digitales de criptomonedas y el 0.2 % por recargas de teléfono.
Además, la fuente indica que Estados Unidos sigue el principal país de origen de remesas hacia El Salvador $5,014 millones enviados hasta agosto, lo que equivale al 93.1 % del total de transacciones, le sigue Canadá con $51.2 millones, España con $30 millones, Italia con $27.5 millones y Reino Unido con $8.8 millones.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, sostuvo recientemente que «las remesas representan un pilar fundamental para el 30 % de los hogares salvadoreños», por lo que se convierten en un flujo importante para la economía nacional, también ha mencionado que poco a poco se ha visto un giro en destino de estas, «el cual ha trascendido del consumo privado hacia la inversión y producción».