Buenos Aires vivió un caso inédito en el que una mujer en La Plata, Argentina, fue sorprendida con la desaparición de una piscina de fibra de vidrio que le había costado aproximadamente $2,500. La propietaria fue despojada, sin identificar indicio alguno, de su nueva adquisición, que compró para contrarrestar las altas temperaturas que están azotando a Buenos Aires.
Mientras la propietaria dejó llenando con agua la piscina de siete metros de largo y tres metros de ancho, misteriosamente, la pileta había desapareció, en ese entonces, un 18 de enero, por lo cual reportó el incidente a las autoridades, que no demoraron en iniciar la búsqueda.
Según detalla la prensa internacional, la Policía local dedujo que el ladrón o ladrona debió haber utilizado herramientas, transporte y cómplices para perpetrar el hurto de una manera tan inesperada y ágil. A partir de allí, las autoridades iniciaron con la búsqueda.
Luego de realizar tareas de campo, recopilación de testimonios y relevamiento de cámaras por siete días, las autoridades obtuvieron las coordenadas que dieron con una vivienda en «La Toma», en Los Hornos, una zona conocida por la usurpación de terrenos más grande de Buenos Aires.
Las autoridades ubicaron un objeto azul de gran tamaño, tapado por lonas, por lo cual hicieron ascender el drone para captar una imagen panorámica y esperar a que levantaran la carpa. Luego de unos días, el color de la piscina resaltó sobre el color café de la tierra.
Posteriormente, las autoridades procedieron a allanar el lugar con una orden judicial, en donde encontraron la piscina que contaba con las características que describió su legítima propietaria.
El responsable, identificado como Edgardo González, es buscado por las autoridades por el delito de robo, ya que no fue encontrado en la propiedad.
De esta manera, la Policía de la localidad logró recuperar la piscina que fue usurpada de manera misteriosa por su repentina desaparición, sin dejar rastros.