En la Ciudad Morena viven un idilio con el fútbol: vieron la clasificación del FAS a la final en el fútbol profesional, y este jueves el Santa Ana Municipal dejó a las puertas su boleto a la gran final de la Liga Nacional de Fútbol (LNF), al imponerse con paliza de 4-1 sobre La Libertad que apenas puso las manos.
Gracias a una gran actuación de Yefferson Palacios, «hat-trick», los santanecos quedaron a 90 minutos, a un empate, de pelear por el título de la primera edición de la LNF Copa Pilsener. El representativo de La Libertad fue rival apenas media hora. Luego acabaron en un desastre.
Hasta la primera pausa de hidratación (25 minutos) si bien los santanecos no habían mostrado un dominio claro de balón , las ocasiones de gol habían sido suyas: primero lo intentó Carlos Trujillo con un tiro libre que el portero porteño Luis Carranza sacó sobre el horizontal y del saque desquina llegó un testarazo apenas desviado de Yefferson Palacios sobre el cuarto de hora.
Más tarde, en el 25′, tuvo una chance clara Stivin Cuesta, pero entra la zaga y meta visitante ahogaron el grito de gol y dilataron festejo santaneco que ya estaba al doblar la esquina y que se hizo presente pasada la media hora de juego.
Justo al 33′ en un trazo largo Yefferson Palacios sacó un globito para vencer a Carranza, y luego en su intento de reacción los pumas cazaron a La Libertad en la contra y la pusieron contra las cuerdas con dos anotaciones más. En el 44′ , Steven Menjivar colocó el 2-0, un minuto más tarde Yefferson celebraba su doblete y el 3-0 con que bajaron la persiana para el descanso.
La etapa complementaria no pudo empezar peor para La Libertad: en una corrida por derecha, sin ángulo y con pocas opciones que la jugada terminara en gol, Yefferson disparó y la pelota acabó en el fomdo de la red para el 4-0 catastrofico.
En adelante los porteños se volcaron por conseguir al menos el tanto de la honra y lo consiguieron al final por intermedio de Jordan Navarro, pero perdieron a Aldair Rivera para el próximo compromiso y la paliza pudo ser mayor.
Hoy el 4-1 les deja el orgullo por los suelos y están obligados a ganar, aunque sea 1-0 el sábado, para forzar los penaltis ya que la diferencia de goles no cuenta.