Cuando un pequeño Mariano Albergoli comenzó su carrera musical, Argentina presumía al mundo a uno de los genios más grandes de la música: Gustavo Cerati y la banda «Soda Stereo». Ahora, muchos años después, Albergoli se ha convertido en un guardián del legado musical de Cerati a través de la banda «Sobredosis de Soda».
Conformada por Albergoli, junto a Ezequiel Pérez Casas (batería) y Julio Cesar Diliscia (bajo), se han convertido en uno de los mayores referentes en cuanto a tributos a Soda Stereo se refiere y son quienes, la noche de este sábado 10 de febrero, se presentarán en el parqueo del Teatro Presidente, en San Salvador, para vivir una noche llena de los éxitos de Soda Stereo y el alma musical de Gustavo Cerati.
Con 19 años de trayectoria, la banda ha recorrido muchos países con este tributo y se ha ido convirtiendo en una voz que mantiene vivo el legado de Cerati. Sobre esto y sobre la influencia de Cerati y Soda Stereo en el mundo, el artista conversó con Diario El Salvador.
¿Cuál es la idea de «Sobredosis de Soda» y su tributo a Soda Stereo?
La propuesta de la banda es un poco correrse de la idea clásica de «tributo» que la gente tiene: un show del pasado, con vestuario y escenografía de la época. «Sobredosis de Soda» propone lo inverso: jugar a imaginar un universo de cómo sería si Soda Stereo estuviera en el presente.
Esto va un poco por respetar la ideología artística de Gustavo Cerati, tanto con Soda como siendo solista, que siempre fue una idea de vanguardia, que siempre renovaba su propuesta. Siempre fue un sinónimo de modernidad y sentimos que el verdadero homenaje tenía que estar en respetar esa parte.
¿Cómo surgió la idea?
Tiene que ver con el corazón y el fanatismo. Tiene que ver con un desafío artístico. La banda lleva 19 años y, cuando empezamos, también había un desafío personal sobre la idea de sonar igual a Soda Stereo, que la gente cerrara los ojos y sitiera que los escuchara y veía en vivo. No era sencillo, nos desafiaba como músicos. Pero sí empezó con el corazón, elegí Soda porque yo amo estas canciones y me parecía que, allá por el 2005, cuando Soda estaba separado y declaraban estar lejos de volver a juntarse, me parecía algo agradable crear un universo para los fans de Soda.
Era como una vigilia musical esperando el regreso de Soda. Los músicos con los que empecé y, aún con los que estoy ahora, nunca han sido de audicionar para mostrar tus capacidades técnicas, sino más bien una charla de café para conocer su pensamiento, con una cerveza hablar de música y compartir la pasión por Soda. Soda Stereo es la banda sonora de mi vida. Pero no me implico sacrificar algo el dedicarme a Soda.
La banda surge previo a la muerte de Cerati. ¿Cómo te impactó el fallecimiento de la gran figura de Gustavo?
En gran parte lo reforzó, aunque, personalmente, la muerte de Gustavo e, incluso el período que estuvo en coma, fue una época de mucho bajón, de mucha tristeza. Cuando fue el famoso 4 de septiembre de 2014 yo tomé la decisión de apagar un rato, me parecía que no había que celebrar nada. Pero, un par de días, veo las redes de la banda totalmente explotadas de gente pidiendo aún más el show.
Hay un legado importante de Gustavo. Lo veo con Zeta Bossio y Charlie Alberti. Con ese momento, cambió el significado. La banda empezó como una vigilia para el regreso y, cuando Gustavo estuvo enfermo era una vigilia musical esperando que abriera los ojos, pero, ahora, es una vigilia para seguir descubriendo su música y son chicos de nuevas generaciones que están descubriendo la banda y quieren sentir cómo era Soda Stereo.
Con los años, Soda Stereo y Gustavo Cerati han impactado también a generaciones más jóvenes. ¿A qué se debe esta influencia transgeneracional?
Son fenómenos que se dan muy poco. He visitado Estados Unidos, Argentina y varios países y en cada país se da el fenómeno que, cuando hablás de rock argentino, conocen a Soda Stereo y quizás algunos otros grupos. Voy a Colombia y hay artistas muy conocidos y también Soda Stereo. Todo esto es un fenómeno que ha trascendido.
Ellos rompieron las fronteras. Son la banda de Latinoamérica. Es un fenómeno que se da pocas veces, como con The Beatles, por lo menos en el rock. Además, sus discos siguen sonando modernos, siguen teniendo una sonoridad muy diferente, muy refrescante. Hay discos que han hecho y que son atemporales y eso tiene que ver con esta continuidad en el tiempo.
Gustavo tocaba la guitarra técnicamente muy bien, tenía una voz hermosa, era original, hacía canciones vanguardistas, pero eran hits… y sumale, como una vez escuché en una entrevista a Andrea Álvarez, que también era lindo supo potenciar todos sus atributos artísticos. Eso lo volvió una leyenda.
Personalmente, ¿tenés alguna canción de Soda Stereo que te impacte más que las demás?
Sí, me pasa mucho con «Corazón Delator». Tiene unos momentos muy desgarradores. Es una melodía compleja. Desde el lado técnico hay muchos agudos, graves y medios y tiene mucha potencia. Es una canción más tranquila, más oscura, hay una conexión entre la musicalidad y la letra. Esa canción la disfruto un montón.
Ya mencionabas lo que significan Soda y Cerati para el mundo. Pero, ¿qué significa para Argentina?
Es un orgullo cultural muy grande. Creo que, en los libros de música dentro de 200 años, en los compositores de música del siglo XX, por lo menos en Argentina, Ástor Piazolla y Gustavo Cerati van a estar ahí. Algunos preguntarán por qué no otros, pero Gustavo tuvo una trascendencia más allá de Argentina.
Es un músico que, aún ahora, es influencia. Hay muchas bandas nuevas, en un sótano, donde Gustavo Cerati es una referencia artística. Eso pasa con muy pocos músicos. Es un músico que cambió el arte, cambio la forma de llevar un show adelante. Está en un lugar muy alto.
¿Cómo imaginás que será la carrera de Cerati en la actualidad?
Justamente parte del juego es este. Siento que el show refleja mucho de lo que hubiera sido, no digo que sea igual. Gustavo manejaba elementos técnicos potentes. En la gira de «Me Verás Volver» fue a buscar al que hacía las escenografías de Daft Punk, eso te dice de lo mucho que le gustaba innovar.
Esa gira la uso mucho de ejemplo. No fueron un tributo a sí mismos, sino que agarraron las canciones, les dieron un update desde el audio y, el show, lejos de vestirse con la ropa de hace 40 años, hicieron algo nuevo. Yo los sigo viendo de esa manera. Soda Stereo, ahora, fuera una cosa muy distinta, hubieran roto muchas esferas, no se hubieran repetido a sí mismos. Hubiera sido hermoso.
¿Te ves por muchos años haciendo este show con «Sobredosis de Soda»?
Yo creo que, mientras lo siga disfrutando, estaré aquí para seguir haciéndolo. Mantengo la idea que también tenía Gustavo que decía: «Quiero cambiar permanentemente. Busco sorprenderme, porque, si me sorprendo voy a sorprender a la gente y la gente no se va a aburrir de mí». Mientras yo sienta que no me aburra, mientras el show siga teniendo la oportunidad de cambiar, de mutar, de mostrar algo diferente, estaremos ahí.
Mientras Sobredosis de Soda siga ofreciendo algo distinto y mientras tenga gente que me acompañe en esa idea de mostrar algo nuevo, no me veo poniéndole final. Me gusta tocar «De Música Ligera», la tocó desde que soy un chico, disfruto mucho cada noche. El show va a seguir.