Como parte del plan de prevención de situaciones de riesgo en esta época de Navidad y Fin de Año, Cuerpo de Bomberos de El Salvador realizó una inspección de medidas de seguridad en los más de 100 puestos de venta de pólvora que han sido ubicados en el Parque Centenario, en el departamento de San Salvador.
En total, son 110 comercios de productos pirotécnicos los que han sido instalados en esa localidad y en los que se verificaron las medidas que han determinado las autoridades tanto para la protección contra la propagación del COVID-19 como para evitar incendios o explosiones debido a la pólvora.
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«En este lugar se encuentran 110 ventas de pólvora y estamos supervisando las medidas que han aplicado los comerciantes tanto para prevenir incendios y las de bioseguridad contra el COVID-19», señaló Edwin Chavarría, director de Bomberos.
«Una de las medidas más importantes es la disminución de fuentes de calor, no puede haber talleres de soldadura o comedores cerca de las ventas de pólvora. Año con año verificamos que las medidas de seguridad en las ventas colectivas de pólvora se cumplan, y así evitar accidentes en estas festividades de fin de año», remarcó.
Según la Ley Especial para la Regulación y Control de las Actividades Relativas a la Pirotecnia, el Cuerpo de Bomberos se encarga de revisar las localidades que las alcaldías habiliten para la venta de pólvora. En estos controles también se verifica que no se comercialicen los productos que han sido prohibidos en esta ley.
Entre los productos pirotécnicos prohibidos para su venta y manipulación están: silbadores, buscaniguas, triángulo de la muerte, pelotitas de fútbol, destructor, mina de mar, bombas de mezcal, misil chino, fulminantes y morteros que sobrepasan el número cinco.