El Salvador se caracterizó hace algunos años por ser uno de los países más peligrosos del mundo y es que las pandillas tomaron el control de diversas colonias, limitaban la circulación y cometían una serie de delitos, en su mayoría homicidios y extorsiones. Sin embargo, todo este accionar delictivo se eliminó con las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno de Nayib Bukele a través del Gabinete de Seguridad, entre estas, los cercos de seguridad que se han implementado en diversos municipios y colonias que más estuvieron asediados por pandillas.
Dichos cercos, además de capturar a los remanentes de pandillas en ciertas zonas, han permitido que las fuerzas de seguridad tomen el control de colonias lo que ha generado confianza y tranquilidad a la población. El propósito de esta medida es extraer a todos los pandilleros que aún siguen delinquiendo, quienes habían logrado escapar del régimen de excepción.
El primer municipio en el que se instaló un cerco de seguridad fue Comasagua en octubre del 2022, esta decisión fue posterior a que un grupo delictivo asesinara a un cuidador de una finca quien era víctima de extorsión. Por orden del presidente Bukele, más de 2,000 soldados junto con agentes de la Policía Nacional Civil cercaron el lugar.
El cerco en Comasagua permitió desarticular a la clica Witmer Locos Salvatruchos, del programa Libertad de la MS13, la cual había cometido dicho homicidio. Las autoridades detallaron que más de 155 pandilleros de dicha pandilla que operaban en Comasagua, Colón y Tepecoyo fueron capturados.
Este modelo de seguridad fue incluido por el Gobierno en la quinta fase del Plan Control Territorial. Bukele explicó que se pretendía cercar grandes áreas mientras se hacía la «extracción» de mareros en diversas zonas.
El segundo municipio que se vio beneficiado con la ejecución de esta medida fue Soyapango. El 3 de diciembre del 2022 un contingente de 8,500 soldados y 1,500 policías se desplegaron en diferentes sectores del municipio, el cual estuvo bajo amenaza terrorista por muchos años.
El último reporte de las autoridades reveló que más de 1,100 terroristas fueron capturados y que esto coincidió con la reducción significativa de homicidios, extorsiones, así como la recuperación de más de 1,000 viviendas que estuvieron usurpadas por las pandillas en colonias como La Campanera, Monte Blanco, Las Margaritas y la comunidad 22 de Abril, entre otras, consideradas de alta peligrosidad.
Patrullajes, controles vehiculares y verificación de personas son algunas de las acciones que efectúan las fuerzas de seguridad en estos cercos, acciones que son aprobadas por la población.
En diciembre pasado también las autoridades cercaron las comunidades Tutunichapa I y La Granjita en San Salvador. A ese lugar llegaron más 1,000 soldados y más de 100 policías en busca de criminales, principalmente, para desarticular estructuras dedicadas al comercio de droga al menudeo con lo cual obtenían ganancias para financiar su accionar.
Para este 2023 también el Gabinete de Seguridad continúa apostándole a esta estrategia. El 17 de mayo pasado, las autoridades instalaron el quinto cerco de seguridad en Nueva Concepción, Chalatenango a raíz del asesinato del policía Maximino Antonio Vásquez a manos de pandilleros.
«Pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe», dijo en esa ocasión Bukele. Inmediatamente, 5,000 soldados y 500 policías fueron distribuidos en la zona para capturar a los responsables del homicidio del agente y otros pandilleros. En total hubo 56 capturas.
El último cerco instalado fue en Cabañas el pasado 1 de agosto. En 11 días desde que se desplegaron 7,000 soldados y 1,000 policías las autoridades han capturado a más de 60 pandilleros, entre estos más de 15 cabecillas.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro ha reiterado que «como Gabinete de Seguridad celebramos cada captura de homeboys y asesinos seriales que han estado asesinando salvadoreños, día con día estamos capturando y lo estamos comunicando, celebramos también la captura de los colaboradores que son los que les llevan alimentos».
Los cercos instalados en los últimos meses han permitido que la población se sienta en paz, que puedan transitar sin el medio a ser asediados por las maras, ya que además de la captura de estos delincuentes se les ha incautado armas, drogas y otros ilícitos, lo que ha permitido frenar su accionar.